EE UU propone retirar el visado a Zapatero por sus gestiones en Venezuela
Un meme difundido por el subsecretario de Estado, Christopher Landau, sugiere esta medida por sus vínculos con Nicolás Maduro
El número dos del Departamento de Estado, Christopher Landau, amenazó el lunes por la noche a través de un meme al expresidente del Gobierno español ... José Luis Rodríguez Zapatero con retirarle el visado para entrar en Estados Unidos, como parte de su estrategia para aislar a Nicolás Maduro.
Publicidad
Su amenaza gráfica a través de una imagen de cómic inspirada en la batseñal de Batman llegaba en respuesta a una publicación, también en la red social X, de la cuenta UHN Plus, especializada en seguir los movimientos de la diplomacia trumpista desde el sur de Florida. La página de noticias se hacía eco de un urgente del Diario Las Americas en el que se acusa al expresidente español de estar «conspirando junto a figuras del chavismo para sacrificar a Maduro y montar una transición neochavista, preservando así el poder del Cartel de los Soles». Nueve horas después, Landau se dio por aludido al responder con la imagen de cómic que, de facto, es un aviso para el exmandatario socialista.
«¿Es esto una señal para el Quitavisas?», escribió el subsecretario de Estado al publicar el meme. El gesto humorístico esconde un mensaje político de fondo: para la Administración de Donald Trump, Zapatero ha dejado de ser un simple exmandatario en misión personal y se ha convertido en un actor incómodo por su cercanía con Nicolás Maduro. Washington percibe sus gestiones de mediación como un salvavidas para un régimen acusado de narcotráfico y terrorismo, en un momento en que la Casa Blanca busca fracturar los apoyos internacionales que sostienen al chavismo.
Landau, exembajador en México, se autoerigió como El Quitavisas apenas tres días antes, cimentando su reputación de ejecutar cancelaciones de visados contra dirigentes extranjeros considerados hostiles, al estilo de los motes mexicanos. Fue él quien en junio pasado retiró el visado a la gobernadora del estado de Jalisco, Melissa Cornejo, por sus críticas en X a los agentes migratorios que llevaban a cabo redadas en Los Ángeles. Landau consideró sus publicaciones «vulgares» y procedió a cancelarle el visado. «Los que glorifican la violencia y el desafío a las legítimas autoridades de ninguna manera son bienvenidos en nuestro país».
Publicidad
Hace tres días oficializó ese nombre al publicar una imagen en la que aparece sentado en su despacho con una placa en la que se lee El Quitavisas. Era también una amenaza contra la periodista Sabina Berman, que había publicado en las redes una imagen del secretario de Estado, Marco Rubio, junto al actor y activista Eduardo Verástegui, cercano a posturas de ultraderecha, acompañada de un comentario irónico: «Qué bonita pareja. En California hay matrimonios gay». Landau lo leyó al tuitero que publica en X con el sobrenombre de Vampipe, que acusó a la periodista de transfobia y de levantar falsos testimonios contra Rubio. «Ojalá que Christopher Landau ahora sí le quite la visa», escribió.
Diplomacia punitiva
Con esta nueva reacción contra Zapatero, Landau cimenta su imagen de encargado de la nueva diplomacia punitiva de Trump, que convierte el acceso a EE UU en una palanca de presión. Abre también un canal de respuesta directo a los troles de ultraderecha que utilizan las redes sociales para atacar a sus bestias negras. El ex secretario general del PSOE tiene una larga historia de estar en la diana del exilio venezolano más reaccionario.
Publicidad
En 2016 fue invitado por la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) a mediar entre Maduro y la oposición venezolana, junto a los expresidentes Martín Torrijos y Leonel Fernández. Sus primeras gestiones fueron recibidas con reservas, pero aún se le reconocía cierta neutralidad. Esa percepción cambió en 2017, cuando respaldó los diálogos que desembocaron en la Asamblea Constituyente chavista, denunciada como fraudulenta por la comunidad internacional. Desde entonces, sus frecuentes visitas a Caracas y su disposición a reunirse con los principales jerarcas del régimen lo situaron como un interlocutor privilegiado de Maduro.
En 2018 defendió la presencia de observadores internacionales en las elecciones presidenciales que dieron un nuevo mandato a Maduro, minimizando las denuncias de fraude. Un año después, cuando Juan Guaidó fue proclamado presidente interino, Zapatero criticó las sanciones de Washington y pidió a la oposición que regresara a la mesa de diálogo.
Publicidad
Para la Casa Blanca, esa trayectoria equivale a legitimar a un régimen que considera un cartel narcoterrorista. En los últimos años, la política de visados se ha utilizado como herramienta para aislar a generales, empresarios y familiares del chavismo. El hecho de que el nombre del expresidente socialista aparezca ahora en esa lista informal marca un salto cualitativo: Estados Unidos ya no distingue entre aliados circunstanciales y cómplices directos.
El amago de sanción complica las relaciones entre Madrid y Washington. Aunque los ciudadanos españoles disfrutan del programa de exención de visados, la retirada individual de ese privilegio es un gesto político de gran carga simbólica. En España, Zapatero ha defendido que su papel es el de un mediador que busca salidas pacíficas. Sin embargo, para la oposición venezolana y para un creciente sector en el Congreso estadounidense, su nombre está vinculado a los fracasos de todas las rondas de negociación con el chavismo.
Publicidad
El meme difundido por UHN Plus y retomado por el subsecretario de Estado no solo ridiculiza a Zapatero, sino que envía la señal de que Estados Unidos está dispuesto a endurecer la presión no solo contra el régimen de Maduro, sino también contra quienes, desde Europa, siguen tendiendo puentes con él. La batiseñal de El Quitavisas deja de ser un simple chiste viral para convertirse en una herramienta más de Washington en el acorralamiento del régimen de Maduro, que complica las relaciones con el Gobierno socialista de Pedro Sánchez.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión