Bernard Kerik, jefe de policía de Nueva York durante el 11-S, ha muerto a los 69 años AFP

Muere Bernard Kerik, héroe caído del 11-S y aliado de Trump

Era el jefe de la Policía de Nueva York cuando se produjeron los atentados terroristas de 2001 y fue luego condenado por fraude fiscal y por mentir a la Casa Blanca

Sábado, 31 de mayo 2025, 18:54

Bernard Kerik, conocido por ser el jefe de Policía de Nueva York durante los atentados terroristas del 11-S, ha muerto este jueves a los ... 69 años. Tuvo que gestionar aquella tragedia acompañado por el entonces alcalde de la ciudad, Rudy Giuliani, y durante esos días su aspecto rudo y de complexión robusta se hicieron familiares para el público estadounidense, convirtiéndose en una figura respetada que se vio empañada por su trayectoria posterior.

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El director del FBI, Kash Patel, ha sido quien ha anunciado en las redes el fallecimiento de Kerik «tras una lucha contra la enfermedad». Le ha definido como «guerrero, patriota y uno de los funcionarios públicos más valientes que ha conocido este país». Giuliani no ha podido contener las lágrimas al recordar su larga relación con el exjefe de Policía. «Hemos estado juntos desde el principio. Es como mi hermano», dijo el exalcalde entre lágrimas. «Me convertí en una mejor persona por haber conocido a Bernie. Sin duda, fui un hombre más valiente y fuerte».

Bernard Kerik junto al exalcalde Rudy Giuliani AFP

Carrera heroica

Nacido en Newark, una ciudad en el norte del Estado de Nueva Jersey, en 1955, abandonó los estudios de secundaria aunque obtuvo su graduado antes de unirse al ejército de los Estados Unidos. Tras su regreso a la vida civil, se incorporó al cuerpo de Policía de Nueva York, donde fue ascendiendo de rango hasta dirigir el Departamento de Cárceles de la ciudad. Durante sus 35 años de carrera recibió más de 100 premios por su valentía y honor, incluyendo una distinción presidencial por heroísmo otorgada por Ronald Reagan. «Rescató a víctimas de edificios en llamas, sobrevivió a intentos de asesinato y llevó ante la justicia a algunos de los criminales más peligrosos del mundo», ha subrayado Patel. «Su legado no se limita a las medallas o los títulos, sino a las vidas que salvó, la ciudad que ayudó a reconstruir y el país al que sirvió con honor».

En el año 2000, el entonces alcalde Giuliani depositó su confianza en Kerik y lo nombró jefe de policía, teniendo que enfrentarse a la gestión de la emergencia tras los sucesos del 11 de septiembre de 2001. Su labor le valió numerosos reconocimientos, como una prisión que recibió su nombre -aunque tras su condena por fraude fiscal fue rebautizada-.

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Cuando el regidor dejó el cargo al final de su segundo mandato, poco después del ataque, el jefe de policía siguió sus pasos y abandonó a la vez su puesto. Ambos labraron una amistad y una lealtd profesional que ha durado décadas. Kerik continuó ligado al Partido Republicano. El presidente George W. Bush lo envió a Irak para formar a las tropas desplegadas en el país.

Kerik con el presidente George W. Bush. AFP

Su descenso a los infiernos llegó en 2009 tras declararse culpable de ocho delitos graves, entre ellos fraude fiscal y mentir a la Casa Blanca. Así, admitió haber aceptado 255.000 dólares en reformas de su apartamento por parte de una constructora a cambio de contratos públicos y limpiar su imagen de sospechas de tener vínculos con la mafia. Asimismo, faltó a la verdad cuando era examinado por funcionarios para el cargo de jefe de Seguridad Nacional en 2004.

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Gracias a su confesión evitó una condena máxima de hasta 61 años. Por estos hechos recibió una pena de cuatro años de prisión y pasó tres entre rejas antes de pasar a arresto domiciliario y finalmente a libertad vigilada. Tras su salida de prisión, se convirtió en un crítico abierto del sistema de justicia penal y un firme aliado de Trump. De hecho, Kerik fue indultado por el magnate durante el primer mandato del líder republicano en 2020.

Kerik se había convertido en un firme aliado de Donald Trump. AFP

El exjefe de policía colaboró con Giuliani en la investigación de las denuncias de un supuesto fraude electoral en los comicios presidenciales de noviembre de 2020 tras la derrota de Trump, que más tarde quedaron desacreditadas. Kerik fue una de las personas citadas en la comisión del Congreso estadounidense para responder por las acusaciones de conspirar para modificar los resultados de los comicios durante el asalto al Capitolio el 2 de enero de 2021.

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