Campeonas sin Champions League

Este año, como el anterior, el Minis de Arluy se había ganado una plaza en la Champions League al vencer la Liga Iberdrola, pero una vez más el equipo logroñés se ve abocado a no inscribirse en la competición. «Ahora mismo está totalmente descartado por motivos económicos, somos incapaces de asumir un incremento de 150.000 euros del presupuesto habitual», expone el presidente del Club Voleibol Logroño, Carlos Arratia. Y es doloroso: «No deja de ser traumático porque Europa es la vía de crecimiento del club, que ya es el segundo más importante del voleibol nacional tras el Tenerife Marichal. Está genial ganar títulos pero es injusto e ilógico que no podamos jugar la Champions League». Poder, pueden, pero supondría un riesgo económico importante. Un cruce con un equipo lejano descalabraría el presupuesto del club, poniendo en serio peligro su continuidad, así que impera la calma y el sentido de responsabilidad.

También la resignación. «Así vamos a estar hasta que nos aburramos. No sabemos por qué no se apoya nuestro proyecto en este sentido. Llamamos a puertas públicas y privadas que no se abren, mientras hay otros proyectos que sí se apoyan y que no nos superan en resultados ni en afición. Si es porque el nuestro es un equipo femenino, que lo digan», advierte Arratia, quien también reconoce que, con las inminentes elecciones, y la posibilidad de cambio de gobierno regional, todo está en el aire. El plazo para inscribirse en la Champions League finaliza en el mes de junio.

La inmersión en la máxima competición europea debería conllevar un incremento del presupuesto del Club Voleibol Logroño hasta los 600.000 euros, menos de los gastos totales de otros clubes riojanos que no juegan en Europa ni cuentan con títulos de máxima categoría en su palmarés, y no muy alejado de otros que ni siquiera juegan en la élite. Además de «potenciar la plantilla» y sufragar gastos de viaje y logística, también habría que abonar tasas e inscripciones.