Borrar
Vanesa Santana, con el mate en mano, en su vivienda de Logroño. L.R.
Polideportivo

El virus, a miles de kilómetros de casa

Tres deportistas profesionales de clubes riojanos afrontan la epidemia lejos de su entorno

L.R.

LOGROÑO.

Viernes, 27 de marzo 2020, 08:55

Comenta

El deporte profesional no conoce fronteras. En La Rioja, atletas extranjeros militan en distintos clubes. Sus rutinas, como las del resto de personas, se han quebrado durante las últimas semanas. Pero a muchos de ellos les pesa, además, la distancia respecto a su casa. El coronavirus les ha dejado en Logroño o bien han preferido quedarse en la capital riojana a la espera de que la situación mejore.

A miles de kilómetros de sus hogares, Maja Stamenkovic (Campus Promete), Vanesa Santana (EDF Logroño) y Rudolph Hackbarth (Ciudad de Logroño) viven la pandemia entre ejercicios en casa, conversaciones con la familia y algo de entretenimiento. Muchas veces la preocupación por la enfermedad de sus seres queridos, en la distancia, es mayor que la propia.

«Al volver a Serbia desde España hubiera tenido que estar 28 días confinada, con visitas de la policía»

Maja Stamenkovic Jugadora del Campus Promete

Maja Stamenkovic

«Colgué un cartel para ayudar a mis vecinos mayores»

La serbia Maja Stamenkovic, jugadora del Campus Promete, vive el aislamiento entrenándose y más preocupada por los demás. En el portal de su edificio, hace unos días, se ofreció para colaborar. «Colgué un cartel para ayudar a mis vecinos, que son mayores. Pensé que no debían salir de casa y que una forma de echar una mano sería ir yo a hacerles las compras», explica. Al día siguiente, una vecina «de 87 años» le llamó pero no para pedirle nada: «Me preguntó cómo estaba y si necesitaba algo».

Maja pensó en salir de España, pero «la situación era cambiante». «En tres días casi no tenía opción de volver. Ahora ni se puede. 300.000 serbios retornaron a Serbia en una semana. Al venir de España hubiera tenido que estar 28 días confinada, con visitas dos o tres veces al día de la policía», indica. «Pensé en mi familia y, por seguridad de ellos y de mí misma, decidí quedarme», añade. En Logroño se encuentra junto a su marido «muy tranquila». «Viví la guerra, cuando la OTAN bombardeó Serbia hace 21 años. La gente está comparando el virus con la guerra. Estoy viviendo el virus con menos miedo que las bombas», recalca la ala-pívot del Promete, que en lo deportivo cree que «será difícil volver a competir este año» porque «la salud es lo primero».

«El riesgo de coger el virus y contagiar a mi familia me hizo ver que lo mejor era quedarme en Logroño»

Vanesa Santana jugadora EDF Logroño

Vanesa Santana

«Pensé en regresar a casa, pero tuve miedo»

La cuarentena es más llevadera cuando compartes largas conversaciones, series y juegos con dos compañeras del club. Así todo es más sencillo. Vanesa Santana, futbolista del EDF, se siente tranquila en Logroño. Comparte piso junto a Ida Guehai y Vanessa Castro (jugadora del filial) con quienes se turna para realizar los quehaceres diarios. «Estamos cumpliendo las directrices dadas, nos turnamos para ir al supermercado, sacar la basura... Vemos películas, jugamos al tenis con las chanclas y conversamos mucho», relata la argentina, quien meditó regresar a su país para estar con su familia.

«Lo pensé, pero el riesgo de coger el virus en el viaje a Madrid o en el aeropuerto, me hizo reflexionar en que lo mejor era quedarme en Logroño para no contagiar a mi familia», asegura una futbolista que recalca lo fundamental que es continuar con las rutinas para sobrellevar el aislamiento.

«Entreno un rato por la mañana y otro por la tarde. Muchas veces por matar el tiempo»

Rudolph Hackbarth Jugador Ciudad de Logroño

Rudolph Hackbarth

«En Brasil está empezando y hablo mucho con la familia»

Rudolph Hackbarth es extremo derecho del Ciudad de Logroño y de la selección brasileña. Ahora se encuentra atrapado en la capital riojana, sin saber qué hacer. «No hay noticias ni en un sentido ni en otro. Estoy esperando para saber si me puedo ir a casa o tengo que quedarme», reconoce. Lo cierto es que el jugador duda de que se pueda retomar la competición de Asobal: «No sé cuándo se acabará esta situación, pero después habrá que dejar al menos dos semanas para que los equipos vuelvan a entrenarse. Y nos quedan once jornadas para acabar la Liga...».

Rudolph mantiene un contacto casi diario con su país, Brasil, donde su familia le mantiene al tanto de su estado de salud. «Allí está empezando ahora a ser un problema», aclara el jugador.

El deporte se ha convertido en una válvula de escape para el extremo: «Al final entreno un rato por la mañana y otro por la tarde. Muchas veces por matar el tiempo». Aunque tiene que tirar de imaginación porque no cuenta con una terraza, está contento con el material deportivo propio «para llevar a cabo un programa físico» remitido por el preparador de la selección brasileña.

  • Información elaborada por Víctor Soto, Íñigo Z. Zamalloa y Eloy Madorrán.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja El virus, a miles de kilómetros de casa

Coronavirus en La Rioja: El virus, a miles de kilómetros de casa