«En septiembre alcanzaré mi sueño de llegar a profesional»

– ¿Por qué el boxeo?

– Desde una edad temprana me empezaron a llamar la atención las artes marciales. Durante bastantes años practiqué otras modalidades, sin embargo, no dejaba de pensar en los guantes, el cuadrilátero, los asaltos... Lo que de verdad siempre me ha motivado es el boxeo. Y he luchado mucho para llegar hasta aquí.

– ¿Cuándo dio el salto definitivo a este deporte?

– Fue en el año 2020. Yo venía de un parón en el que dejé de hacer kickboxing, que era lo que practicaba hasta ese momento. Fue entonces cuando, de espectador en una velada, conocí a Íñigo Marín, mi actual entrenador. Conectamos al instante porque vi que creía en mí. Podría decirse que es él quien ha creado mi sueño.

– ¿Cómo ha sido su trayectoria desde entonces hasta hoy?

– Llevamos ya cuatro años de bajarnos de un ring para subirnos a otro. A lo largo de este tiempo, he peleado en muchas veladas en La Rioja y he viajado a otras ciudades para entrenar con los mejores, lo que en la jerga se denomina 'hacer sparring'. Todo ese esfuerzo se vio recompensado en la plata (-67 kg) que obtuve el verano pasado en el campeonato amateur de Melilla.

– ¿Cuáles son los siguientes pasos?

– De momento, volver a pelear en los campeonatos de España, que son el próximo julio en León. Si las sensaciones son buenas, y no me lesiono, puedo confirmarte que en el mes de septiembre daré el salto definitivo al boxeo profesional. Es algo que hasta ahora solo sabíamos mi entrenador y yo, y que va a suponer alcanzar el sueño de mi carrera.

– ¿Cómo va a cambiar su vida?

– Las recompensas y la exigencia son mucho mayores. Ya estoy mentalizado de que voy a tener que entrenar muy duro y privarme de otros aspectos de mi vida personal. Lo necesito, porque el boxeo profesional son más asaltos, y la gente va a matar, a hacer daño, no es como en amateur, que lo que se valora es el toque. Aquí importa destrozar al oponente. No obstante, el cambio me da más motivación que vértigo. Quiero tener una carrera internacional y medirme con los mejores.

– Para tocar ese techo es importante seguir una rutina estricta...

– Desde luego. Hoy en día, los tres pilares de mi vida deportiva, y casi de mi vida en general, son el entrenamiento, la dieta y el descanso. Como dice Íñigo (entrenador), ese trío es la clave del éxito. Me lo tomo tan en serio que incluso dejé mi anterior trabajo, que era de noche, para poder reposar mejor. En este momento, hago dos entrenamientos diarios, seis días a la semana. Básicamente físico –cardio, fuerza, resistencia, agilidad– y escuela de boxeo, para depurar la técnica –juego de pies, guardia, combinación de golpes–. Por ahora, los domingos me los guardo para sosegarme un poco (risas).

– ¿Cuáles son sus puntos fuertes en el ring y qué otras cosas le gustaría mejorar?

– Eso se ve mejor desde fuera. Según dicen, tengo mucha explosividad y donde me manejo perfecto es en la distancia larga: entrar, golpear rápido y salir. Creo que dispongo de potencia en las piernas para seguir esa estrategia. Será la herencia de mis tiempos de kickboxing. Respecto a las cosas en las que me gustaría progresar, eso es muy variable. Depende mucho de cada combate y cambia de uno a otro. Lo que tengo claro es que, cada asalto que dispute, me hará mejor boxeador y más experimentado.

– Dígame sus referentes.

– Guardo gran aprecio por Jokin García, el púgil vasco que está en el ránking nacional. He peleado algunas veces con él y he disfrutado y aprendido. Además, tener cerca a gente como Jokin ayuda en la preparación para afrontar mejor los campeonatos. También sigo el ejemplo del brasileño Esquiva Falcão. Dentro de poco voy a gozar del privilegio de entrenar con él, al que considero un grande a nivel mundial.

– En estos años, ¿tiene el recuerdo de alguna pelea favorita?

– De las que más orgulloso estoy es de las que me llevaron el año pasado a la final del campeonato de España. Como las que disputé contra Óscar Sevilla o Rafael Abascal. También guardo buen recuerdo del combate contra Da Silva o el de Anuar el Ouchi en el campeonato autonómico. Tenemos suerte de que se organicen tantas veladas en nuestra región, que nos podamos medir entre nosotros casi todos los meses, y ojalá que siga así.

– ¿Le gustaría luchar en Nájera?

– Sería increíble. Ya sabe, por aquello de ser profeta en tu tierra. Pero hoy por hoy parece difícil porque el único sitio viable es el Pabellón Multiusos y aun así no creo que sea lo suficientemente grande para albergar a todo el público que atrae un evento de estas características.

– ¿Qué espera sacar del boxeo?

– Esto es algo en lo que pienso mucho. Más allá de metas deportivas, que te podría decir miles, el objetivo es poder ganar lo suficiente como para sacar a mi madre de trabajar. Ella lo es todo para mí. Quiero hacer sacrificios propios para devolverle a ella toda la vida que me ha dado.