Olaizola y Zabaleta ejercen su gran saber
Los navarros se cuelan en la final del Masters tras desbaratar a Altuna y Aranguren
Aimar Olaizola y José Javier Zabaleta serán los rivales de Danel Elezkano y Jon Mariezkurrena en la final del Masters que se jugará el próximo domingo, dos días antes del inicio de la Feria de San Mateo. Olaizola y Zabaleta ganaron ayer a Altuna y Aranguren por 7-22 en una semifinales de guante blanco para los vencedores, ya que apenas tuvieron resistencia.
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Los dos navarros tenían claro el guion del partido. Juego tienen y experiencia, mucha. Así, desde el primer tanto buscaron el castigo a Asier Aranguren y obviaron, en la medida de lo posible, a Jokin Altuna, que era el peligro. De hecho, un remate de aire abrió el marcador. Fue efímero, casi anecdótico, porque Olaizola aprovechó desde muy pronto el dominio en la zaga para buscar el aire, al ancho o parando el cuero al rincón. 1-6. No frenaron el ritmo ya. Zabaleta tomó el relevo y firmó dos pelotazos de esos que mueren en la pared y son imposibles de levantar.
ALTUNA-ARANGUREN
7
-
22
OLAIZOLA-ZABALETA
-
Duración: 52 minutos
-
Pelotazos: 422
-
Saques: Altuna, 0; Olaizola, 1
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Faltas: Altuna, 0; Olaizola, 0
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Ganados: Altuna, 6; Aranguren, 1; Olaizola, 8; Zabaleta, 3
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Perdidos: Altuna, 4; Aranguren, 6; Olaizola, 0; Zabaleta, 0
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Marcador: 1-0, 1-6, 2-6, 2-9, 4-9, 4-14, 5-14, 5-25, 6-15, 6-20, 7-20, 7-22
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Incidencias: Frontón de Fuenterrabia. Semifinal del Masters.
Las armas de Altuna y Aranguren pasaban por los tantos que fuera capaz de ganar el primero. Pero el vuelo de la pelota con Zabaleta impidió al amezquetarra entrar tanto como le gusta. Fue el único en no pasar de los cien pelotazos. El partido se decantaba, porque además Zabaleta no sufría. Aranguren necesita de un enorme esfuerzo corporal para alejar la esférica del frontis. Su sotamano para dar el undécimo tanto cuando lo tenía todo a favor lo explicó. Mandó la pelota sin control a la contracancha.
Era el sino del partido. A unos les costaba un mundo sumar un punto y los otros encadenaban tacadas. Altuna vio que el callejón carecía de salida. A Aranguren le costaba más y el cansancio, físico y mental, comenzaba a pasarle factura. Zabaleta golpeaba y Olaizola remataba. Era lo previsto y así se cimentó la victoria. El domingo, la final. Ojo a los zagueros.
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