Rubén Salaverri, este sábado en Huércanos. Justo Rodríguez

La cadera de Salaverri responde, el resultado deberá esperar

El zaguero riojano reaparece tras seis meses ausente de los frontones con la satisfacción de sentirse bien, pero con la lógica sensación de que debe mejorar

M. Glera

Sábado, 26 de julio 2025, 22:09

Rubén Salaverri rescató las sensaciones que deja vestirse de blanco. El riojano ha reaparecido este sábado en Huércanos después de seis meses centrado en la ... recuperación de la operación del labrum a la que se sometió en febrero. Esas sensaciones no incluyeron la victoria, ya que perdió junto a Bakaikoa por 20-22 frente a Alberdi II y Aranguren. No era el objetivo único ganar, ya que al fuenmayorense le preocupaba el comportamiento de la cadera y de las manos.

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«Me he sentido bien porque tanto la cadera como las manos han respondido, aunque he acabado un poco agobiado porque me costaba respirar», admitía al finalizar el partido. Lógico. Su último partido data del 25 de enero, día en el que jugó en el torneo de Parejas. A partir de aquella fecha todo ha sido trabajo fuera del frontón. Y de hecho, el jueves hizo una prueba para confirmar su reaparición.

Salaverri hubo de esperar al segundo tanto par dar su primer golpe, un derechazo desde el nueve a respuesta del saque de Alberdi II. Los cuatro pelotaris protagonizaron un enfrentamiento igualado, con escasas rentas en el marcador. Se adelantaron los azules, 1-3, tras un error de Bakaikoa y dos tantos ganados por Alberdi. Respondieron los de rojo, con tres tantos consecutivos, 4-3, que además coincidieron con un errático Aranguren. El fuenmayorense respondía bien. Llegaba cómodo al encuentro con la pelota, buscaba altura cuando lo necesitaba y bajaba la esférica para alterar el ritmo.

El fuenmayorense respondía bien. Llegaba cómodo al encuentro con la pelota, buscaba altura cuando lo necesitaba y bajaba la esférica para alterar el ritmo.

En ese escenario se vivieron diferentes empates a cuatro, seis y catorce tantos, frontera en la que comenzó a virar el partido hacia azules con mayor claridad. Aranguren se mostraba mucho más seguro, Alberdi atacaba una y otra vez a sus dos contendientes buscando pelotas violentas al rincón, al ancho, a bote o de volea. Le daba igual. Solo quería ganar el tanto.

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Con 14-14, Salaverri erró en una respuesta y acto seguido encajó el tercer saque. Abrió las puertas a una diferencia preocupante, 15-18, aunque lograron acercarse a un tanto 17-18, pero los cuatro repitieron la historia. Los de azul sumaron tres tantos para colocarse a las puertas del triunfo, 17-21; los de rojos respondieron con tres tantos, 20-21, pero fue insuficiente. Una dejada de Alberdi que llegó al frontis Bakaikoa puso fin al partido. La respuesta había sido al segundo bote.

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