La última bala de la UD Logroñés
Sobre Yayo Urzay recae la calificación de la temporada: éxito o fracaso, aunque él no haya planificado nada
A rey muerto, rey puesto. Hasta el lunes, Sergio Rodríguez era uno de los grandes protagonistas en el seno de la UD Logroñés. Desde el ... miércoles, la última palabra en la primera plantilla corresponde a Yayo Urzay, tercer entrenador de la temporada y que, además, debuta en estas lides en un momento difícil. Nueve partidos quedan por jugarse con un nuevo reto en juego: jugar el 'play off' de ascenso porque se ha hablado tanto de subir desde la primera plaza que esa insistencia ha acabado por asfixiar a la entidad. Yayo representa la última bala en el tambor blanquirrojo. Puede hacer puntería o fallar. No hay término medio.
A la UD Logroñés se le abre el horizonte de acabar bien la temporada, que no es poco después de su desarrollo. La planificación no ha dado el resultado aparecido. El fichaje de Miguel Flaño no convenció a una gran mayoría simplemente por su pasado osasunista, pero también por su falta de experiencia en la categoría, pues se había movido siempre bajo el paraguas del club de Tajonar. Y esto era otra historia. Flaño no era la primera opción y las dudas y la exigencia de ascender en noviembre acabaron con él.
El cielo se abrió cuando Sergio Rodríguez tomó el relevo la última semana de noviembre, pero pronto se cerró con negros nubarrones hasta que descargó la tormenta. El técnico fue de más a menos, inmerso en la irregularidad de los números, hasta que recordó una vez más que no quería estar en el banquillo. Diez días después entendieron que no era una chiquillada, sino una petición sería y formal.
Ahora, la esperanza la personifica Yayo Urzay. Para unos, era el momento; para otros, no. De hecho, se negociaba la firma de un entrenador ajeno a Valdegastea. Urzay ha sido feliz esta semana porque lo que para otros hubiera sido un marrón deportivo para él es la oportunidad que estaba esperando desde hace mucho tiempo. Y no le asusta, pero necesita ayuda desde dentro y fuera del vestuario. No hubiera pasado nada porque el viernes alguien se hubiera sentado a su lado en la primera rueda de prensa de su vida. Cuando confías tu tesoro a alguien debes cuidarle y protegerle. Es otra historia en la que no piensa Urzay en este momento. Está demasiado ilusionado como para perder el tiempo.
Una victoria que lo puede cambiar todo en la recta final de la temporada
Debut en Las Gaunas. Casi se ha convertido en algo rutinario cuando debería ser algo excepcional. Hoy le toca el turno a Yayo Urzay, que llega al primer equipo en su novena temporada en la entidad. Los otros protagonistas son el propio equipo, el rival, en esta caso el Utebo, y la grada, que tiene mucho que decir.
Todo, o casi, es nuevo en la UD Logroñés aunque los actores sean los mismos. De Yayo Urzay se conoce cómo juegan sus equipos. El filial es alegre, vertical y busca el gol, pero también es un bloque en el que la presión, si existe, no es comparable con la del primer equipo. Y la situación en la tabla, tampoco.
El técnico no quiere que sus hombres pierdan el tiempo sobre el césped. Todo movimiento tiene como fin llegar al área del rival y marcar, dos facetas del juego que no se le dan bien a esta UD Logroñés. Por carencias deportivas o por limitaciones mentales, pero solo hay que echar un vistazo a sus números.
El técnico no puede contar con Imanol Sarriegi, que ya se sabía, pero tampoco con Pablo Bobadilla ni con Álvaro Mateo, expulsado el pasado fin de semana. Hasta ochos jugadores de la actual plantilla han pasado por su batuta y ese conocimiento abre el debate en su once. Apostar por la experiencia o por la juventud. Esta última ha mandado en las últimas semanas porque era superior a la primera. Ahora Urzay debe decidir cuál es su apuesta.
«El mensaje es ser valientes e ir a ganar el partido», decía Urzay el viernes ante la visita del Utebo. El cuadro maño recibió el domingo un inesperado bofetón con la victoria en Santa Ana de la Real Sociedad, la segunda en esta segunda vuelta. Y en la primera, venció a la UD Logroñés, lo que se tradujo en la primera derrota riojana.
El partido es vital. Si gana, la UD Logroñés entra en el 'play off'. Resaca mental más que deportiva, pero mejor ser quinto que sexto. «El Utebo juega muy bien al fútbol», advirtió Urzay el viernes. Lo peor que le podría pasar al nuevo entrador es comenzar la rueda de prensa posterior apelando a las oportunidades que da el fútbol cada siete días. Sería un mal síntoma, más deportivo que mental en esta ocasión.
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