San Juan contra San Bernabé. Pólvora contra vino
Alicante recibe a la UD Logroñés entre mascletàs y desfiles
La brisa que recibe al turista en Alicante refresca desde un primer momento. Es un bocado de vida contra el implacable mercurio que castiga ... con dureza. El calor se apodera de la ciudad, de sus terrazas, de sus gentes... Y a la vez, es uno de sus principales reclamos. Playa y abanicos; arroz y cerveza. Lo clásico por estas latitudes en los meses de buen tiempo.
Alicante recibe a la UD Logroñés con pólvora. Literal. Aviso a navegantes de lo que se encontrarán los riojanos mañana en el Rico Pérez. Al mediodía, una mascletà ensordecedora se adueñó de Alicante. Aquí la pólvora es religión. Y la población disfruta con el olor a chamusquina y el incansable repiqueteo de los petardos anunciando días de descanso. La ciudad se prepara para celebrar las próximas fiestas de San Juan.
Ya por la tarde del sábado, la Cabalgata del Ninot. Más de 5.000 foguerers –integrantes de cada una de las Hogueras o asociaciones–, disfrazados con un motivo relacionado con el ninot que presentaron a una exposición que concluyó el pasado jueves. La Rambla de Alicante se corta para el jolgorio, el colorido y el desparrame.
Sergio Rodríguez no es nuevo en esto del fútbol y ha apostado por la distancia y la tranquilidad. El equipo llegará sobre las nueve de la noche a un hotel de polígono industrial, apartado de la pólvora y la testoterona de los seguidores del Hércules de Alicante. Tras emprender la marcha esta mañana y comer por el camino, los blanquirrojos cenarán relajados y soñarán entre el silencio de empresas vacías con hacer algo grande y brindárselo a sus aficionados. Ellos tienen a San Juan, nosotros a San Bernabé. Pólvora contra vino.
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