Doble sabor agridulce en el derbi

Los dos equipos parecen Tántalo, castigado por los dioses del Olimpo con tener siempre al alcance la fruta de un árbol, con el agua al cuello, y cada vez que atenazado por el hambre se acercaba a ellas y sediento intentaba beber, alimento y líquido se retiraban de su alcance, mientras una roca amenaza con aplastarlo. Y es que la SDL volvió a desaprovechar una oportunidad más de ponerse líder del grupo y el Haro desperdició una magnífica ocasión de obtener una victoria que sirviera de revulsivo.

Arrancaron el partido los blanquirrojos dominando el juego y bombardeando el área blanquinegra con los centros de Calderón, pero el guardameta Sobrón, siempre atento, atrapaba la bola. En el 18, Achi remató de cabeza uno de esos balones y el portero harense lo despejó a córner, estirándose como un chicle.

Dominaba la SDL pero a punto estuvo el Haro de marcar en el 21, cuando Ledo y el portero Jero no se entendieron con un balón muerto que logró golpear el delantero riojalteño Bueno, aunque lo hizo fuera. Es más, en el 39 una pelota centrada por García desde una falta lejana iba a rematarla Bueno, pero no pudo y reclamó penalti por un empujón. También reclamó el Haro la expulsión del local Loza por una doble amarilla que no vio.

Los logroñeses finalizaron la primera parte con tres defensores amonestados, también Ledo y Aizpún, y tal vez por eso en los minutos finales de la primera parte bajó su intensidad. Superado con vida el asedio inicial de la SDL, el Haro se creció y ganó terreno. La recompensa la obtuvo al inicio de la segunda parte, cuando en el 50 Bueno cedió un balón a Valiño, quien con sangre fría controló dentro del área y disparó cruzado, lejos del alcance de Jero. Tuvieron los harenses dos ocasiones de matar el partido, en dos contraataques que no supieron culminar con acierto Lizarraga y Manjón. Y el que perdona siempre pierde.

En el 79 Emilio vio el hueco donde no lo había y disparó desde lejos sorprendiendo a todos, también al guardameta Sobrón, y propició el empate con un gran disparo, en el peor momento de la SDL, y la resucitó del abismo. Después llegó la expulsión de Lizarraga apenas 25 minutos después de haber saltado al campo, por doble amarilla. Y las expulsiones del entrenador Aitor Calle y del suplente Etxeberria, por protestas ambos, uno desde el banquillo y otro desde la grada.

Los 4 minutos de tiempo añadido fueron un calvario para el Haro, que se limitó a defender, juntando líneas y achicando balones como se estuviera hundiendo un barco. Logró llegar a puerto y salvar un punto, pero hay una herida abierta en la línea de flotación y hay que repararla.

El entrenador de la SD Logroñés, Albert Aguilá, confesó tras el partido que «la idea siempre es ganar y cuando no lo consigues no te puedes ir contento, algo hemos podido hacer mejor, pero mejor que perder es empatar, es un punto más». «En el primer tiempo hemos sido mejores, hemos tenido más el balón, con más llegada y opciones claras de marcar. La lástima es que no nos hemos adelantado en el marcador y en la primera acción de la segunda parte hemos encajado el gol», lamentaba el técnico logroñés.

Ya pensando en el futuro, Aguilá deseó para los próximos encuentros «poder marcar nosotros primero y a partir de ahí seguro que todo cambia». «Nosotros lo que queremos es ir hacia delante, insistimos a los jugadores en intentar ser todo lo verticales posible», expuso el entrenador de la SDL. A los blanquirrojos les costó reponerse tras el 0-1, pero al final, al menos, salvaron un punto. «Nosotros queremos ganar siempre y la victoria volverá a llegar seguro», consideró Aguilá.

Y es que la SDL acumula ya tres partidos sin lograr la victoria, cosechando dos empates y una derrota. «La actitud de los jugadores ha sido de diez y seguro que manteniendo eso y las ideas llega la victoria, no nos podemos quejar. Está todo muy apretado pero lo hubiéramos firmado así al principio de liga. A ver hasta dónde podemos llegar, con el primer objetivo de la permanencia», declaró Aguilá.

l técnico del Haro, Aitor Calle, se mostró sumamente insatisfecho con el partido. «Estoy dolido porque creo que hemos merecido mucho más. Pero sobre todo estamos sufriendo verdaderas barbaridades, es una vergüenza, un abuso de poder total, no sé porq ué nosotros tenemos que tener consecuencias y ellos [en referencia a los árbitros], no», declaró sin preámbulos el entrenador.

«No se merece el Haro esto. Estamos en una situación muy complicada como para que se nos lleven por delante. Hay que medir por el mismo rasero», advirtió Aitor Calle, quejándose de la no expulsión de Loza y, en cambio, sí la de Lizarraga. «Me da pena por los chavales porque estábamos haciendo un partido muy serio y ordenado, pero es muy duro afrontar cada partido sin conocer los tres puntos. Teníamos el partido donde queríamos, aunque nos han metido un golazo», reconocía el técnico del Haro, añadiendo, para el futuro, que «nosotros no nos vamos a rendir hasta que tengamos vida, pero no es normal lo que nos hacen; poco a poco creo que vamos a tirar para arriba y espero que nos dejen».