Derrota por aburrimiento

Por mucho que no se jugara demasiado, la UDL se excedió en la relajación mostrada en el penúltimo partido de la temporada. En el estadio de Urretxe, Sergio Rodríguez probó por vez primera el amargo sabor de la derrota como entrenador del primer equipo del club logroñés. El choque fue aburrido, brusco en algunos momentos, y sólo el Amorebieta, que se jugaba salvar la vida en este choque, puso interés en llevarse la victoria. Y se la llevó, con algo de fortuna, gracias a un solitario, tempranero y afortunado gol.

Con la decepción de que ya le era matemáticamente imposible alcanzar la cuarta plaza, la UDL comenzó el partido. Tristeza por un lado pero, tras andar jugando a la ruleta rusa con el descenso durante buena parte de la temporada, la búsqueda del séptimo triunfo consecutivo para seguir disfrutando del magnífico tramo final de la campaña ya parecía motivación más que suficiente.

No es precisamente Urritxe un campo fácil para los visitantes pese a la complicada situación del Amorebieta, por lo que el reto era complicado para los blanquirrojos.

El duelo comenzó sin un dominador claro, pero se veía en la tensión de unos y otros que eran los locales los que tenían más necesidad de obtener los tres puntos. No tardó demasiado en moverse el marcador, gracias a una jugada con cierta mala suerte para los logroñeses. En el minuto 12, Koldo Obieta disparó al larguero y el balón golpeó en la parte posterior de la cabeza del portero visitante, Fermín Sobrón, y el balón se acabó alojando en la red de la portería de los de Sergio Rodríguez. Era el primer partido que encajaba la UDL tras cinco partidos.

El tanto vizcaíno no varió demasiado el ritmo trabado e igualado de un enfrentamiento que avanzaba sin ocasiones destacables hacia el descanso.

No cambiaron demasiado las cosas tras el descanso. Si acaso, fue el Amorebieta el que quiso dar un paso adelante y el que tuvo un par de ocasiones casi consecutivas de Álvaro tras un córner y de Goñi con un buen disparo desde fuera del área. En ambas, Fermín estuvo acertado para detener el esférico.

La UDL, sin embargo, poco apostó por buscar la puerta contraria. De hecho, no disfrutó de ninguna ocasión clara, en una demostración de excesiva relajación ante la falta de objetivos alcanzables. Ni siquiera la posibilidad de mantener las opciones hasta la última jornada de participar el próximo año en la Copa del Rey sirvió de acicate para los blanquirrojos. No hubo más. Bastante fue. El próximo fin de semana se cierra la temporada en Las Gaunas. Ojalá que el partido ante el Gernika no sea tan soporífero como el de Urretxe.