Las primeras veces de la SD Logroñés

El partido en Irún fue el de las primeras veces para una SDL que se veía de nuevo sin premio más allá de las fronteras logroñesas hasta que un tanto del murciano sirvió para firmar las tablas en el Stadium Gal. Un punto que les sabe bien a los de Raúl Llona.

La Sociedad cambió de su versión habitual a una más práctica. Su técnico apostó por sus laterales menos atacantes, Gexan y Paredes, en lugar de Monroy y Manny. También soprendió con la suplencia de Jero y brindó a Cherno su primera oportunidad para ser titular. También su primera vez.

Cambiaron nombres y también cambió el estilo. La Sociedad usó más de lo habitual el juego en largo y buscó protegerse bien en defensa para tratar de aprovechar alguna de sus ocasiones. Es más, las opciones más claras de los blanquirrojos llegaron en contragolpes y a balón parado: un lanzamiento de falta de Borja, un mano a mano de Unzueta y un pase de Samanes que no encontró compañero.

El Real Unión, mientras, también gozó de una buena oportunidad antes del descanso por medio de Gagua. Disparó alto. Poco más hicieron los irundarras en el primer acto, pero en el segundo se vieron pronto por delante gracias a una genialidad. El logroñés Nacho Sánchez es su jugador más desequilibrante y hay que atarlo en corto. La SDL no lo hizo y, con un gran control en la banda y un disparo aún mejor desde fuera del área, puso por delante al bloque de Aitor Zulaika.

Tocaba reaccionar pero a la SDL le costó. Las impreciones se imponían y parecía que los locales estaban más cómodos. Aun así, Emilio pudo restablecer pronto las tablas en una nueva contra en la que Irazusta salió ganador.

El tiempo avanzaba y Llona miró a su banquillo en busca de soluciones. Entraron al terreno de juego Monroy, Fran Sota, Ribeiro y, a falta de diez minutos, Silvente. Tocaba arriesgar.

Precisamente, los cambios y la insistencia resultaron claves para alcanzar el empate. Los blanquirrojos pusieron muchos balones al área en los minutos finales, no bajaron los brazos y, aunque atacaban más por empuje que por ideas, vivían la mayor parte del tiempo en campo contrario. Pese a eso, los tiros a puerta no aparecían hasta que Monroy, que volvió a demostrar que es uno de los jugadores de la plantilla con mejor golpeo, puso un gran centro que Silvente hizo mejor con un imparable cabezazo. Su primer gol en liga para dar un valioso punto a su equipo.