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Antoine Griezmann y el jugador de Guinea-Bissau, Ansu Fati, celebran la victoria del Barcelona EFE
El Barça mira al futuro con el gran día de Griezmann, Carles Pérez y Ansu Fati
Análisis

El Barça mira al futuro con el gran día de Griezmann, Carles Pérez y Ansu Fati

El francés y los dos canteranos brillaron en la remontada ante el Betis con la bendición del lesionado Messi

P. Ríos

Barcelona

Lunes, 26 de agosto 2019

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El Barça ha ganado en los últimos años algunos partidos sin Leo Messi. Cuando el argentino es baja, el equipo suele da un paso al frente en conceptos como la solidaridad, el sacrificio y el espíritu colectivo del juego. Todos son conscientes de que sin las genialidades del '10' toca arremangarse y ponerse el mono de trabajo. También Ernesto Valverde, que esos días parece tenerlo todo más trabajado tácticamente.

A veces no ha bastado para vencer porque no poder contar con una máquina de hacer goles como el argentino iguala las fuerzas con los rivales. Sucedió en Bilbao en la primera jornada. En otras, como en aquel 5-1 al Real Madrid de la pasada temporada, el ejercicio de bajar al barro tiene premio.

Pero de todos los triunfos que se hayan producido sin Messi, ninguno como el del domingo ante el Betis porque por primera vez se intuyó que puede haber vida sin el mejor jugador del mundo cuando decida, dentro todavía de unos años, dar un paso al lado. Antoine Griezmann, echándose el equipo a la espalda, jugando, participando y marcando en plan Leo, fue el culpable de que se produjera esa sensación. Y bajo su manto protector irrumpieron Carles Pérez y Ansu Fati, 21 y 16 años, respectivamente, con descaro atrevimiento y muchísima ilusión.

Ante el Betis seis futbolistas del once inicial eran formados en la cantera del Barcelona y después entró Ansu Fati, que debutó con el Barcelona con 16 años

Griezmann se quitó un peso de encima. O varios. Por fin marcó su primer gol en el Camp Nou después de trece visitas con las camisetas de Real Sociedad y Atlético. Lo hizo en su debut liguero con el Barça en su nueva casa. Y repitió. No fueron goles intrascendentes. Sirvieron para que el Barça diera la vuelta a un marcador preocupante, pues el Betis ganaba 0-1. Y fueron de bellísima factura, especialmente el 2-1, con un disparo elegante con la zurda.

En los dos conectó con Sergi Roberto. De paso, se ganó a una afición que tenía derecho a mirar a Griezmann con cierto desapego tras su desplante al Barça hace un año, cuando se esperaba su aterrizaje. El francés lo celebró a lo grande, con una puesta en escena a lo LeBron James en la NBA bien escogida pues se esperó al 2-1, al gol de la remontada, no al 1-1 en un Camp Nou poco dado a shows de ese tipo. El propio Griezmann cerró la goleada asistiendo a Arturo Vidal en el 5-1 definitivo.

Fati, 16 años y un abrazo de Messi

Pero el ex colchonero poco podría haber hecho de no ser por el funcionamiento colectivo de un equipo que mostró la mejor actitud en la presión alta, liderado por un enorme Sergio Busquets y contagiado por la energía de Carles Pérez, del filial, y de Rafinha, un ejemplo de superación por su respuesta a sus graves lesiones. El primero ya había tenido minutos con el primer equipo en Eibar, la pasada temporada, y en San Mamés, en la primera jornada. Pero debutaba en el Camp Nou tras una vida en el club, sabía que era su gran oportunidad y la aprovechó logrando un excelente gol, el 3-1, tras pase de Semedo, que por fin acabó bien una internada. Luego marcaron Alba, tras pase de un Busquets que cambió los silbidos de hace unos meses por aplausos, y Vidal.

Pero faltaba Ansu Fati, un diamante de 16 años que se ha ganado a Valverde en apenas cuatro entrenamientos Nacido en Guinea-Bissau, aunque sevillano de adopción, está en el Barça desde categoría alevín, maravillando y creciendo como futbolista prodigioso año tras año.

Su padre Bori Fati, en El Partidazo de COPE, explicó cómo llegó a fichar por el Barcelona horas después de su debut. «Es el día más feliz de mi vida. Cuando nos dijo que iba convocado por Valverde me puse a llorar y mi mujer también. Cuando ha entrado al campo, estábamos en una nube. Con 6 o 7 años vino a España, yo vine antes y no sabía que jugaba a fútbol. Me decían que no sabía lo bueno que era mi hijo, regateaba a todo el mundo. Estábamos en el Sevilla, el Real Madrid me ofrecía mejores condiciones que el Barça por mi hijo. Pero ellos vinieron a mi casa con el contrato y nos convencieron. Vino Albert Puig y me dijo que mi hijo tenía que fichar por el Barcelona. El Sevilla cuando se enteró se enfadó, Monchi me preguntó que cuánto me ofrecían, que quería que fichara por el Sevilla. Con 9 años el Sevilla le aparta y le deja sin jugar un año. Ansu dice que quiere jugar en la selección española», explicó.

Por 20 días no fue el más joven en debutar porque Vicenç González, también con 16 años, se le adelantó en la temporada 1941-42. Entró a 15 minutos del filial y lo hizo todo bien, con velocidad, descaro y, lo más sorprendente a su edad, con criterio. No marcó por poco.

«Estábamos en el Sevilla, el Real Madrid me ofrecía mejores condiciones que el Barça por mi hijo. Pero ellos vinieron a mi casa con el contrato y nos convencieron. Ansu dice que quiere jugar en la selección española»

Bori Fati, padre de ansu

Hubiera sido el perfecto final de un partido en el que el Barça comenzó a mirar al futuro. Hasta Messi lo simbolizó dándole un abrazo de hermano mayor, casi de padre, en los vestuarios, como él mismo mostró en las redes sociales. Le dio su bendición. Y viniendo de Messi, es que lo de Ansu Fati va muy en serio. Josep Maria Bartomeu, si no estaba convencido de ponerlo todo en la mesa por Neymar, ya tiene argumentos para mirar hacia otro lado.

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