Fe y pizarra para triunfar

Ya se sabía que el partido iba a ser duro, y la primera parte estuvo marcada por la igualdad entre ambos equipos, aunque los naveros lo tuvieron más claro en el tramo final y se fueron al descanso 15-13.

Le costó a los dos equipos entrar en acción, más a los franjivino. Un dato: el primer gol del Ciudad de Logroño llegó después de más de seis minutos y medio de partido. Ni la defensa terminaba de ajustar ni el ataque encontraba portería con claridad. Demasiados errores en el lanzamiento (Rivero fuera desde seis metros) y en los pases (dos pérdidas de El Korchi intentando jugar con el pivote).

Fue Palasics –ayer titular– el que mantuvo al equipo en esos momentos con cuatro paradas casi consecutivas.

Llegado el cuarto de hora, con empate a 6 goles en el marcador, entraron a la primera línea Preciado y Palomino, y el Ciudad de Logroño incrementó su eficacia. Curiosamente los riojanos aprovecharon una inferioridad por exclusión de Uríos para abrir un hueco de dos goles gracias a Rivero y Preciado. Senovilla paró el partido y el tiempo muerto surtió efecto porque el Ciudad de Logroño se fue difuminando a medida que se acercaba el descanso. De una ventaja de 8-11 se pasó a un 15-12 que maquilló Palomino en los últimos segundos. 15-13 y a vestuarios.

La segunda parte estuvo marcada por la tremenda igualdad entre los dos equipos. Ninguno de los dos contendientes se marchaba de más de un gol en el marcador. Cuando lo hizo Nava (21-19), Velasco detuvo el partido y regresó la igualdad (21-21).

El duelo entró en los minutos calientes con una roja directa al local Carró por una defensa muy dura a Preciado, con 25-25 y cuatro minutos por jugar. 1-1 de parcial.

Palasics seguía aguantando al equipo en la caldera de Nava. Fundamental su parada a Dani Pérez con 26-26 y los riojanos en inferioridad tras ver el banquillo dos minutos por protestar. Patotski detuvo el tiro de Uríos pero el balón siguió en poder riojano. Ataque largo de los franjivino que acabó en tiempo muerto a falta de veinte segundos con el ataque en pasivo. Tres pases tenían los franjivino. Y llegó la lección de pizarra de Velasco. Modi a pista. Sorpresa. Cuando se elevó el de Togo todo el mundo esperaba el lanzamiento, pero el balón fue a manos de Uríos que esta vez no falló. Con diez segundos y balón Nava no supo empatar.

Victoria de fe y pizarra.