El Logroño mantiene el pulso europeo
A la estela del Granollers. ·
El conjunto franjivino sentenció a un batallador Sinfín en el inicio de la segunda parte el día que Edu Cadarso se despidió del Palacio
El Ciudad de Logroño mantiene el pulso europeo con el Granollers, que ganó, no exento de esfuerzo, en casa del Puente Genil. Los franjivino mantienen ... sus esperanzas de hacerse en León, en la última jornada, con la tercera plaza tras derrotar a un Sinfín batallador, que dio bastante pelea hasta el descanso. Luego, en el inicio de la segunda parte, gracias al acierto de Javi García en los seis metros y a las paradas de Xoan Ledo, una vez más imperial, los riojanos sentenciaron el encuentro. En esos treinta minutos la defensa riojana mostró sus mejores cualidades para mantener la cuarta plaza de la Asobal.
Le costó enchufarse al partido al Ciudad de Logroño. Espeso en tareas ofensivas y lento en defensa, fue el Sinfín el que pareció llevar el ritmo del encuentro en una primera parte bastante tediosa. Con Álvaro Preciado, Juan Palomino y Josip Zaja en la primera línea, el equipo franjivino no lograba fluidez en el ataque, varias veces interrumpido por una defensa comandada por Omar Sherif y Diego Muñiz.
En la retaguardia, el equipo riojano tampoco ofrecía buenas prestaciones, lo que permitió a un valiente Sinfín mantenerse siempre con una renta mínima arriba en el marcador. La zaga franjivina seguía sin calibrar mientras llegaban noticias esperanzadoras desde Puente Genil, que mantenía un equilibrado encuentro con el Granollers. Porque el partido de este sábado también se disputaba en tierras andaluzas.
Poco a poco, la defensa se fue metiendo en el encuentro, cogiéndole el ritmo al partido, robando balones en los circuitos de pases de los cántabros y corriendo a la contra. Precisamente en una réplica de Edu Cadarso el equipo riojano se puso al frente del encuentro (10-9) en el minuto 22. Para ese entonces, Xoan Ledo ya había tocado siete balones, aunque el joven Israel Marín respondía con idénticas paradas en la portería contraria.
Aunque incómodo, el Ciudad de Logroño supo sacudirse la espesura antes del descanso. Javi García subió la renta a dos goles, y David Cadarso, a través de un penalti, puso un +3 en la cuenta del equipo local justo antes de que los equipos se marcharan a los vestuarios (14-11).
Fue en el inicio de la segunda parte cuando el Ciudad de Logroño sentenció el encuentro. Y fue Javi García el brazo ejecutor del triunfo con tres goles consecutivos que terminaron por abrir un hueco importante (19-13) en el marcador. Una renta que siguió ampliando David Cadarso (22-15) después de tres paradas de Xoan Ledo, uno de los mejores de la tarde logroñesa.
A partir de entonces, el encuentro se estancó. Entró Abdoula Modi como lateral y defensor central. El africano, que estaba apoyado en la grada por el presidente de la Federación de Balonmano de su país, quiso hacer de todo en los 15 minutos que jugó. Le entraron dos goles. Unos tantos que celebró el público especialmente.
Y si Javi García, con sus goles, y Xoan Ledo, por su efectividad bajo palos, estaban siendo los protagonistas, también Edu Cadarso quiso una ración de mimos. El central que jugó su último encuentro vestido de franjivino en el Palacio, acabó abrazándose al público. Pero antes de que acabara el partido, Rubén Garabaya demostró su grandeza: a falta de 45 segundos y con el encuentro definido, solicitó un tiempo muerto para que el pabellón se rindiese a Edu Cadarso. Tremendo gesto del asturiano, que es muy querido en esta tierra.
Después de este triunfo, el Ciudad de Logroño viajará el sábado que viene a medirse a un Ademar sin opciones. Para acabar en la tercera plaza debe, a lo sumo, igualar en puntos con el Granollers que recibe al Benidorm.
Cadarso, Palomino y Ortiz vuelan por el cielo logroñés
Con las emociones a flor de piel. Edu Cadarso jugó este sábado un partido especial en la victoria del Ciudad de Logroño frente al Blendio Sinfín. El chaval que hace diez años llegó del Calasancio se despidió de la afición franjivina como capitán del equipo. Marcó cuatro goles y falló otros cuatro, pero eso queda como una mera estadística. El 66 se marchó del pabellón entre los abrazos del público y muy arropado por sus compañeros y su familia.
No fue la única despedida. También dijo adiós otro chaval de la casa, Edu Ortiz, que lleva sin jugar algunos meses por culpa de una hernia inguinal que le lleva por la calle de la amargura. La tercera despedida fue para Juan Palomino, que a falta de anuncio oficial, regresa al Barcelona, equipo con el que le une un contrato. Los tres, los Edus y Palomino, volaron por los cielos del Palacio, aunque los manteos tardaron en llegar.
«Bonne Chance Edu. Logroño te echará de menos». Desde la cabecera sur del Palacio, la Peña Orgullo Franjivino enviaba la suerte al capitán del equipo franjivino en su próxima experiencia francesa en el Chartres. Desde la grada, sus padres (él con la 34 de David y ella con la 66 de su hermano) estaban rodeados de amigos y familiares. En la otra cabecera, debajo de la camiseta 17 de Garabaya que nadie más usará, otras pancartas recordaban al niño que comenzó a entrenar hace diez años: «Gracias, capitán». «Franjivino siempre».
Un poco antes del final, precisamente Garabaya solicitó un tiempo muerto para que el Palacio despidiera a Cadarso. Luego, ya después del saludo de los jugadores con la afición, saltaron los equipos de la cantera, que se abrazaron a sus ídolos y observaron como la plantilla franjivina elevaba por las nubes al central, a Palomino y a Ortiz. Luego, fueron los familiares quienes quisieron perpetrar una despedida cargada de emociones y que nadie olvidará.
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