El Ciudad de Logroño centra su trabajo en el Atlético Valladolid
El equipo pucelano llegará a tierras riojanas después de perder en la prórroga un choque duro contra el Caserío de Ciudad Real por la Copa
Con el billete de los Juegos Olímpico debajo del brazo de la selección húngara, este martes regresaron a los entrenamientos Miguel Ángel Velasco y Kristof Palasics. El portero finalmente no jugó el preolímpico que se disputó este fin de semana en la localidad magiar de Tatabanya por precaución. El meta, que llegó a la cita con un golpe en el tobillo, se entrenó con normalidad ayer en el Palacio.
La próxima estación del Ciudad de Logroño pasa por la visita del Atlético Valladolid. Lo hace con toda su plantilla a disposición de Velasco salvo Edu Ortiz, con una hernia inguinal. Este martes tampoco se entrenó Ángel Rivero, pero por una indisposición estomacal.
Visita el Palacio (sábado, 17.30 horas) un Recoletas construido para luchar por Europa pero que ha ido perdiendo fuelle en esta segunda vuelta. De hecho, el equipo vallisoletano dirigido por David Pisonero no gana desde el 10 de febrero, cuando derrotó como visitante al colista Puerto Sagunto (29-34). Desde entonces, los pucelanos perdieron frente a Bidasoa (33-35), Barcelona (42-27), Torrelavega (32-33) y Cuenca (33-27).
Es que el Atlético Valladolid sufre en estos momentos un grave problema en su portería. En el mercado invernal llegó el chileno Pipe García a sustituir al veterano Yeray Lamariano, que se retiró del balonmano. Pero hace un par de semanas, su capitán, César Pérez, se rompió el ligamento cruzado de su rodilla en un entrenamiento, por lo que tuvo que ser operado y estará de baja por lo menos ocho meses. Así las cosas, el club pucelano ha tratado de fichar al tercer cancerbero del Granollers, Pol Amores, pero la Federación española se lo ha impedido por haber sido convocado por el cuadro vallesano. De esta forma, el Recoletas debe acudir al mercado exterior para contratar a un guardameta que pueda acompañar a Pipe García.
El conjunto vallisoletano llegará a tierras riojanas, además, bastante cansado ya que ayer cayó en la prórroga en un partido durísimo en casa del Caserío de Ciudad Real por la Copa del Rey por 43-41. Todo lo contrario que el bloque franjivino, en el que prácticamente todos, salvo Palasics que no jugó, pudieron aprovechar el parón por selecciones para descansar.
De todas formas, el Ciudad de Logroño no se fía de un equipo que ya le ganó en la primera vuelta por 29-25 en Huerta del Rey. Los de Velasco ya saben lo que es afrontar un partido con solo un portero profesional y otro de la cantera.