El Korchi y Luciano Silva intentan frenar a Edu Cadarso en un entrenamiento del Ciudad de Logroño. JUAN MARÍN
Balonmano | Liga Asobal

Un choque con sal y pimienta

Rivalidad. Un Ciudad de Logroño con el billete europeo en el bolsillo visita la pista de un Anaitasuna que coquetea con el descenso

Martín Schmitt

Logroño

Sábado, 27 de mayo 2023, 02:00

Hasta hace relativamente poco tiempo, los partidos entre el Ciudad de Logroño y el Anaitasuna no tenían más rivalidad que la que la propia competición ... marcaba a un grupo de profesionales. Eran encuentros que, dada la cercanía entre ambas ciudades, permitía la concurrencia de aficionados visitantes para dar colorido a las gradas. Sin embargo, los últimos choques entre riojanos y navarros se empezaron a torcer. Afloraron, sin venir a cuento, broncas, malos rollos y sentimientos encontrados que antes no existían, embarrando un espectáculo que antaño era bonito.

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En Logroño no entendieron, por ejemplo, la celebración desmesurada del equipo navarro en la penúltima jornada de la liga pasada cuando no se jugaba nada y los franjivino quedaban fuera de Europa. Tampoco gustaron los gestos de su entrenador, Quique Domínguez, hacia un sector de la grada en el choque de la primera vuelta en el Palacio, después de que algunos aficionados recriminasen al técnico la solicitud de un tiempo muerto cuando ya los navarros habían sentenciado el duelo.

Esta tarde se abre un nuevo capítulo de un encuentro en el que el equipo que no se juega nada es el Ciudad de Logroño mientras que los pamplonicas están prácticamente obligados a sumar ya que están coqueteando peligrosamente con el descenso a dos jornadas para acabar la temporada. Inexplicable para una plantilla de calidad que bien podría haberse puesto como objetivo el luchar por un billete para Europa. Pero su batalla, sorpresivamente, está en la zona baja de la clasificación.

El equipo franjivino, además de tener el objetivo de la clasificación continental en el bolsillo, llega a este encuentro diezmado por unas lesiones que han perseguido a la plantilla toda la temporada. Los últimos en caer fueron Oleg Kisselev y Ángel Rivero, ambos operados del ligamento cruzado, y Mahamadou Keita, con una pequeña rotura fibrilar en el cuádriceps. Tampoco está al cien por cien de sus posibilidades Álvaro Preciado, con molestias en el tobillo.

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«El objetivo, lógicamente, después de la Copa, está hecho, pero luego hemos hecho dos buenos partidos, sobre todo el de Benidorm, y queremos seguir en esa dinámica», explicó Miguel Ángel Velasco. «Queremos competir el partido. Sabemos que ellos se juegan muchísimo. Y somos conscientes de que, si no vamos a muerte, si no vamos a competir, no tendremos nada que hacer», añadió.

El Anaitasuna es un equipo que le da mucho ritmo a los partidos, que siempre saca a contragol, con mucho contraataque en primera y segunda oleada. «Es un equipo que te lleva al límite. Su defensa normalmente se coloca en 6-0 y es bastante dura y contundente».

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Para Velasco, la clave del encuentro de esta tarde será ver si el Ciudad de Logroño es capaz de aguantar los sesenta minutos del duelo a un nivel alto, como el que presumiblemente intentará imponer el Anaitasuna. Un conjunto, el navarro, que homenajeará a jugadores tan importantes como Ibai Meoki y el capitán Carlos Chocarro, que se retiran del balonmano profesional y disputarán su último partido en casa.

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