El líder castiga a un buen Clavijo
El Cáceres derrota en la prórroga a un Rioverde sólido que tuvo la victoria en sus manos en un partido que se movió siempre en un suspiro
Luismi Cámara
Viernes, 6 de diciembre 2024, 20:26
Había sido una mala semana para el Clavijo, con muchos movimientos y reuniones en torno a su primer equipo. Y encima el líder visitaba a ... un Rioverde que venía de dar una mala imagen en Huesca. Pero Jorge Serna y los suyos se aislaron para brindar una actuación muy sólida que estuvo a punto de darles el triunfo. Pero fue el Cáceres el que se llevó la victoria en la prórroga por 78-80, aumentando los problemas clasificatorios de los blanquiazules.
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El partido se movió de inicio en unos guarismos tan bajos que solo podía transcurrir en unos términos de igualdad. La principal virtud del líder es la defensa, no su virtuosismo en ataque. Y el Clavijo no está fino en tareas ofensivas. Así que ambos decidieron aplicarse atrás, porque adelante los números no salían por los bajos porcentajes de acierto en los lanzamientos.
En ese juego espeso y falto de tino y de vistosidad emergió la figura del veteranísimo Dani Rodríguez, con ocho puntos para mantener a los suyos cerca de un Rioverde que mandaba (21-19). Los de Serna encontraban el aro en el segundo parcial con más facilidad desde la larga distancia que en las cercanías del aro. Las cinco primeras canastas en juego de los blanquiazules en el este cuarto fueron cinco triples. Dos consecutivos de Savkov dieron a los locales la máxima ventaja hasta el momento (30-24).
Rioverde Clavijo
De Miguel (6), Ayesa (12), Hrabar (9), Savkov (16) y Faye (17) -cinco inicial; Torres, Arbosa (3), Medina (3), Querejeta (5) y Moreno (7).
78
-
80
Cáceres Patrimonio de la Humanidad
Adekoya (19), Black (14), Alvarado (12), Gatell (5) y García (3) -cinco inicial; Sa (4), Sierra (2), Salas, Rodríguez (12), Arribas y Kalinicenko (9).
-
Parciales 13-15, 32-28 (descanso); 52-51, 68-68 y 78-80 (prórroga y final).
-
Árbitros Melwani y Hernández. Eliminado Sierra.
Pese a al agitada semana sufrida en el club, el equipo capitalino parecía alejado de otra cosa que no fuera el choque y se mostraba trabajador dentro de un partido muy serio y aseado adelante, con un buen Savkov. En su debe, las concesiones en el rebote defensivo, que permitían demasiados segundos lanzamientos a un Cáceres que ya ha demostrado que no se le puede dar regalo alguno.
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La igualdad se mantuvo en el tercer cuarto, pero el Cáceres al menos volvía a ponerse unos instantes por delante (42-43, no lo lograba desde el 21-23). Dos grandes acciones de Moreno y Ayesa permitieron, sin embargo, que el Rioverde entrara en el periodo definitivo por delante (52-51).
Le costó ponerse en marcha al marcador en estos últimos diez minutos. Lo hizo Ayesa con un triple. Pero el partido estaba en un puñado de puntos. Dos tiros libres de Moreno devolvían la máxima del partido a los anfitriones (62-56) con solo cinco minutos por delante. Los blanquiazules estaban en disposición de sorprender al líder.
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Paró el partido Adrián Alonso pero no le sirvió de mucho al visitante. De hecho, el Clavijo dio un paso más hacia el triunfo y se iba por nueve con solo tres minutos por jugar. Todo un botín con una anotación tan baja. Y entonces surgió el orgullo del líder y los extremeños encadenaron ocho puntos consecutivos para ponerse a solo un suspiro con posesión para colocarse por delante en el último minuto (68-67). Otro final de infarto. Falló el tiro Adekoya. Perdió el balón De Pablo. Kalinicenko metió un tiro libre, falló el segundo pero recogió el rebote. Adekoya y Gatell erraron bajo el aro y el partido se fue a la prórroga.
Y los cinco minutos extras fueron más de lo mismo. El Clavijo volvió a coger el mando. Cuatro puntitos arriba y último minuto. Tocaba rematar. Kalinicenko, dos tiros libres. Alvarado, un triple. 78-79. 25 segundos. Escasas palabras y muchas cosas en pocos segundos. Ayesa falló de tres. Adekoya metió uno de dos tiros libres. De Pablo tiró desequilibrado. 78-80. Ganó Cáceres. Se le escapó al Clavijo. Lo que podía ser un respiro viró hacia un gran disgusto de cara a una semana con dos partidos.
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