Música del romanticismo

Un año más, y lleva once ediciones, el festival de música de Arnedillo se cerró con éxito organizativo y de público. Después de la actuación de Tempo di Basso y el miniconcierto de cámara con el guitarrista Marcos Marín y la violinista Sandra García del conservatorio de Calahorra del pasado 7 de julio, ayer tuvo lugar la segunda cita.

Camerata del Prado actuó por la tarde en la iglesia de San Servando y San Germán. En esta ocasión como quinteto de cuerda (con dos violines, viola, violonchelo y contrabajo), ofreció un repertorio basado en la 'música romántica española del siglo XIX, entorno a Bécquer y Pérez Galdós'. El director artístico del festival, el arnedano Tomás Garrido, es el responsable de Gamerata del Prado y su violonchelista. El grupo se formó en 1990 en Madrid.

Garrido explica que «la gente no se para a pensar cuando lee a Bécquer o a Pérez Galdos qué música se escuchaba en España en esa época». Esta fue la idea para el concierto de ayer, centrado en las composiciones que amenizaron la vida madrileña de ese siglo.

Se interpretaron obras de José Hurtado, Jesús de Monasterio, Eduardo López Juarranz, Manuel Fernández Caballero (compositor de zarzuelas muy amigo de la cantante riojana Lucrecia Arana, nacida en Haro), Gerónimo Giménez, José Ildefonso Jimeno de Lerma (su padre, Román Jimeno, también músico, nació en Santo Domingo de la Calzada), José María Echeverría y Valentín Zubiaurre, entre otros destacados, durante más de una hora y con el sonido especial de la iglesia que tiene una acústica muy buena al ser de piedra y carecer de cúpula.

Para la noche estaba previsto un miniconcierto de percusión a cargo de Alberto Jaime Tamayo.

Este evento musical está patrocinado por el Ayuntamiento de Arnedillo en colaboración con el Gobierno de La Rioja.