Casi 600 firmas piden a Andreu garantizar el futuro del IER
Investigadores y gentes de la cultura reclaman al Gobierno que restituya los medios y espacios con los que contaba el Instituto de Estudios Riojanos, que va a cumplir 75 años
Como ya había informado este periódico el pasado lunes, ayer fue la fecha indicada para la entrega de un escrito dirigido a la presidenta ... del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, y al consejero de Educación y Cultura, Pedro Uruñuela, solicitando que se consolide e impulse el futuro, así como la labor del Instituto de Estudios Riojanos (IER), al tiempo que se exige «la restitución a su estado original con sus espacios y medios de los que disponía con anterioridad». La petición viene avalada por casi 600 firmas (582) de investigadores y gentes de la cultura de un notable peso del sector (un centenar de doctores y cientos de licenciados) de la comunidad autónoma.
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El problema comenzó durante el último tercio de 2019, cuando la actual Consejería, Participación y Agenda 2030, dirigida por Raquel Romero, exigió al Palacete un edificio propio para su departamento. Inopinadamente, la respuesta fue el Palacio de los Chapiteles (siglo XVI), uno de los edificios civiles más notables de Logroño.
En diciembre la Fundación San Millán fue trasladada a un local del edificio Las Palmeras y el cuarto piso, donde se hallaban, las fundaciones y la sala de actos y de exposiciones, comenzó a ser ocupada por cargos y funcionarios de la citada Consejería.
El pasado lunes la presidenta Andreu prometió la continuidad del IER y en sus actuales instalaciones
Dos organismos opuestos
Pero la convivencia entre dos organismos diametralmente opuestos fue ganando terreno en favor del departamento de la diputada de Podemos y actual consejera, por lo que fue desmontada la librería y desalojados varios archivos, entre ellos el valiosísimo fondo digital, trasladado a otro local de Duquesa de la Víctoria, y en marcha estaba también el desalojo de la Fundación Sagasta.
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El malestar creado por esta 'okupación' tanto entre funcionarios como investigadores movilizó a unos cuantos de estos últimos, que consensuaron un manifiesto y una campaña de recogida de firmas, que debían entregarse ayer, día 7 de septiembre. El temor a una posible desaparición del Instituto, que al año que viene celebra su 75 aniversario, corrió como la pólvora. Casi 600 personas, entre ellas un centenar de doctores y gentes de la cultura, han respaldado la iniciativa.
El pasado lunes, cuando Diario LA RIOJA se hizo eco de la noticia, la presidenta, Concha Andreu, visitó el Palacio de los Chapiteles, acompañada por el nuevo consejero de Educación y Cultura, Pedro Uruñuela, con un compromiso claro: «El Instituto de Estudios Riojanos no se cerrará, sino que va a ser potenciado y la institución va a ser reforzada y mejoradas sus condiciones».
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Añadió, incluso, la jefa del Ejecutivo autonómico: «El IER va a seguir ubicado en su emplazamiento actual» y, de cara al futuro próximo, los planes de su Gobierno pasan, entre otras cosas, «por reforzar un espacio tan emblemático como es la biblioteca».
Achacando el desmontaje de la librería a un «proceso transitorio de reordenación de espacios», Andreu confirmó que a corto plazo la librería recuperaría su espacio habitual en la planta baja, una vez que se complete el traslado de la oficina de gestión del Ingreso Mínimo Vital a otra localización».
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Sin embargo, los investigadores firmantes, de todos los matices y colores políticos, aun reconociendo que la librería volverá a su sitio en unos días, temen que las salas de catalogación y microfilmado del fondo de fotografía histórica, despachos de la Fundación Sagasta y Fundación San Millán, la sala de conferencias, así como las dependencias necesarias para el correcto funcionamiento de la institución: despachos de dirección, secretaría y gerencia o van a salir de los Chapiteles o van a ser reubicados de forma apelotonada en la planta baja.
Un reparto muy desigual
Según ha podido saber este diario, la Consejería de Igualdad, Participación y Agenda 2030 va a ocupar el tercer piso (denominado planta noble) así como el cuarto, dejando para el resto la planta baja y la primera, donde la biblioteca y, sobre todo, los depósitos de libros y documentos están bastante constreñidos; sin contar con el 'exilio' de las fundaciones.
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Las conversaciones entre algunos de los investigadores y el consejero de Educación y Cultura se van a prolongar durante esta semana, pero parece difícil que el Gobierno dé marcha atrás y lleve la Consejería de Romero a otro edificio más acorde.
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