«Un diálogo con el pueblo, del que toma materiales y cubiertas»
La obra más representativa de Gerardo Cuadra y una de las primeras es la iglesia de San Miguel, en La Unión (1965). «El edificio – ... explica José Miguel León– propone un diálogo con el pequeño pueblo de La Unión, del que toma prestados escalas, materiales, cubiertas... sin que ello merme la capacidad expresiva de su arquitectura o el valor de referencia que tales edificios tienen en nuestros pueblos».
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«Su planta –continúa–, sensiblemente trapezoidal, a la que se le adosa un pequeño cuerpo complementario, fuga y enmarca el presbiterio, y en su discurrir interior, el espacio pasa de la escala doméstica del porche de entrada, a la nave principal con su techo ascendente, construido con bóvedas de ladrillo sobre nervios de hormigón, para descender en el presbiterio donde una linterna cilíndrica de hormigón visto baña con su luz el lugar del oficiante».
«La torre, exenta y también de hormigón visto, acentúa su verticalidad a partir de su recortada silueta, de referencias organicistas, cuyo dibujo se traslada, ajustando su escala, a los pilares, a la pila bautismal y a la lámpara del porche».
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