Derroche de inteligencia en el canto

CRÍTICA DE MÚSICA ·

Viernes, 20 de mayo 2022, 02:00

Como todo festival que se precie, La Rioja Festival ha incluido una gala lírica a cargo de dos de los cantantes que más rápido ascenso ... está teniendo en estos años en el panorama lírico europeo: la soprano barcelonesa de raíces riojanas Serena Sáenz y el tenor cordobés Pablo García López. El concierto era en el Teatro Avenida de Santo Domingo de la Calzada, precisamente el último día de las intensas fiestas que se han vivido este año con la evidente resaca que supone, que seguramente restó público, así como la coincidencia con un destacado concierto en Riojafórum de la Orquesta de Cámara de Viena (¡Por qué esta contraprogramación dentro de la misma casa! ¡Señor qué cruz!)

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El programa de arias, canciones y dúos era muy completo. De la primera parte de ópera barroca hay que destacar la valentía de Serena Sáenz abriendo boca con la exigente aria de 'Alcina' de Haendel 'Tornami a vagheggiar', con una brillantísima exhibición de pirotecnia vocal, y también el dúo final de 'L'incoronazione di Poppea' de Monteverdi 'Pur ti miro', cantado con tal delicadeza, elegancia y control vocal que dejó a las claras la categoría de ambos cantantes. Subió la temperatura artística de la velada con las siguientes tres muestras del mejor Donizetti que completaban la primera parte: nueva y portentosa exhibición de Serena en el aria 'Regnaba nel silenzio' de 'Lucia de Lammermoor', con su fraseo exquisito y sus escalofriantes subidas al registro sobreagudo; preciosa interpretación de Pablo García López de la archiconocida aria 'Una furtiva lagrima', perfectamente templada y matizada; para cerrar ambos solistas con el divertido dúo 'Caro elisir, sei mio' de 'L'elisir d'amore', con una expresiva y desenvuelta interpretación teatral además de exquisito belcanto.

En la segunda parte pudimos saborear una selección de canciones españolas de Joaquín Turina y Eduard Toldrà, cantadas con perfecto estilo e intención, seguidas de la originalidad de la noche: el famoso bolero 'Rossignol' de la opereta francesa 'El cantor de Mexico', que tan famoso hizo al gran Luis Mariano, al que Pablo García quiso emular. A continuación pudimos comprobar el enorme virtuosismo solista del pianista Maciej Pikulski (excelente acompañante en todo el concierto) con la interpretación vertiginosa en exceso de los valses nº 2 y nº 1 (Vals del minuto) de la Opus 64 de Chopin, con una precisión en la digitación impresionante, aun al coste de perder mucho del infinito encanto que encierran estas obras compuestas por Chopin casi al final de su corta vida. El concierto se cerraba con dos famosas romanzas y dos dúos de zarzuela resultas con enorme brillantez por ambos cantantes mas las propinas.

En resumen, un derroche de calidad e inteligencia en el canto, de expresividad, de técnica y de redondez artística, con dos voces descollantes, pero en mi opinión todavía 'en fase de construcción': Serena, que tiene un registro agudo de muchísimos quilates, puede pulir y cubrir (y lo hará seguro) ese cierto exceso de metal en el centro de la voz y algún ligero sonido nasal, mientras que Pablo debe intentar una mayor proyección vocal y enriquecer el timbre y el 'squillo'. Lo más difícil, que es ser excelentes cantantes-artistas, ya lo tienen, lo otro son detalles a trabajar y pulir. Gran recital lírico.

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