Homenaje a las bandas de las cofradías de Semana Santa en Villamediana de Iregua

Villamediana de Iregua acogió ayer la V Exaltación de Tambores y Trompetas, organizada en esta edición por la Cofradía de la Virgen de la Dolorosa. Seis cofradías riojanas participaron en el evento, que constó de una procesión desde el polideportivo municipal a la plaza Cándido Sarramián, actuación en el centro de la localidad y regreso.

La Cofradía del Bendito Cristo de las Misericordias de Ribafrecha, la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Alberite, la Asociación Parroquial Cofrade San Martín de Cenicero, la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén de Murillo de Río Leza, la Cofradía del Santo Cristo de Alfaro y la anfitriona, la Cofradía de Nuestra Señora Virgen de los Dolores de Villamediana participaron en este encuentro previo a la Semana Santa. Sobre el escenario que presidió el evento se situaron el secretario diocesano de Hermandades y Cofradías de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Fermín Labarga; el párroco de Villamediana, Jesús Merino; y el alcalde, Rubén Gutiérrez, así como los hermanos mayores de las cofradías presentes.

«El encuentro lo dejamos parado en la pandemia y lo hemos retomado este año, celebrándolo cada año en un pueblo entre Villamediana, Alberite y Ribafrecha», explicaba Ana Isabel Velasco, miembro de la cofradía villametrense. El evento es un preparativo para la Semana Santa, un ensayo de cara a las procesiones, además de un homenaje a los músicos. «Las bandas de las cofradías hacen una gran trabajo y esto también es una forma de que se les reconozca la labor y el esfuerzo que hacen porque en Semana Santa en gran parte podemos sacar los pasos en procesión gracias a ellas y todo resulta más estremecedor. No es lo mismo un paso o una procesión de Semana Santa con tambores o sin ellos», reconocía Ana Isabel Velasco.

Normalmente son fijas las cofradías de Villamediana, Alberite y Ribafrecha, el resto son las que suelen variar, si bien las de Logroño, Alfaro y Murillo de Río Leza son más habituales, mientras que la de Cenicero fue la primera vez que participó. Tras este encuentro ya solo queda esperar la celebración de la Semana Santa.

«Yo me enamoré de la Semana Santa de Villamediana, y eso que no soy de aquí, pero como si lo fuera, me adoptaron. Tenemos procesión jueves, viernes y los domingos de ramos y de resurrección. Todos los días se sacan pasos y sale la banda, es estremecedor», describe Ana Isabel Velasco. Desde la cofradía de Villamediana invitan a asistir a la Semana Santa de la localidad porque «aunque sea pequeña y familiar se vive igual, es preciosa e intensa».