Raúl Riaño Alcalde de Santo Domingo

«Nos ha costado mucho salir del inmovilismo y no podemos volver a él»

Raúl Riaño se ha echado al hombro su experiencia como concejal en las dos últimas legislaturas, muy especialmente el 'máster' que le supuso la asunción de una docena de concejalías tras la marcha de Muévete Santo Domingo del equipo de gobierno. «Ha sido un cambio de dos despachos de diferencia en el pasillo, pero con connotaciones diferentes. Muy contento», dice de su reubicación en el Consistorio. Gracias al apoyo de Por La Rioja, con el ímpetu que da la juventud (30 años) y las ganas, enfila como alcalde una legislatura llena de grandes retos.

– Su primera decisión como alcalde ha sido...

– Mi primera decisión ha sido fijar las líneas de trabajo prioritarias en el equipo de gobierno. Para saber a dónde queremos ir, hay que saber dónde estás. Y entre otros tantos asuntos a los que ya nos hemos puesto manos a la obra, he querido dar una especial importancia al personal. Es una necesidad acuciante reordenar, redefinir y actualizar el personal del Ayuntamiento de nuestra ciudad. Están trabajando extraordinariamente todos y cada uno de ellos, pero el Ayuntamiento necesita una gran intervención en esta cuestión.

– ¿Qué proyecto para la ciudad asume como absolutamente prioritario?

– Hacer referencia exclusivamente a uno relegaría a los demás a secundarios, pero, aparte del citado anteriormente, nombraré las murallas, continuar con la ampliación de la subestación eléctrica (la traída de líneas), la ampliación de la escuela infantil o la construcción de la ciudad deportiva. A la vista está que no son pocos los retos que se nos presentan e ilusionan.

– ¿Qué otras actuaciones van a ver los calceatenses, por ejemplo, en este primer año de su gobierno?

– El día a día marcará la gestión municipal. Los proyectos que queremos llevar a cabo, como pueden apreciar, son múltiples y variados. Vamos a hacer grandes cosas, pero todo a su tiempo. Muchas veces, no por mucho correr se llega más lejos. Es aconsejable ser realista y hacer las cosas bien.

– El empleo es un objetivo principal en el futuro de cualquier localidad. ¿Cómo piensan mantenerlo o potenciarlo?

– Por supuesto, es un factor clave para el avance de la economía y el desarrollo de un municipio. En estos pasados tres años y medio de gobierno 'popular' el paro ha descendido notablemente en nuestra localidad. Si a esta tendencia le sumamos la ampliación de la subestación eléctrica, con el consiguiente desarrollo industrial que va a tener nuestra localidad, hace que Santo Domingo de la Calzada vaya a ser una ciudad donde vivir, pero, sobre todo, donde poder encontrar oportunidades laborales.

– ¿Y qué piensan hacer con el casco antiguo?

– Es un hecho que el casco antiguo sufre una problemática que se ha convertido en endémica. La falta de inversión en los edificios por parte de los propietarios de casas antiguas hace que se produzcan situaciones peligrosas como las que ya todos conocemos. Nos hemos comprometido a crear, y así lo hemos hecho, la Concejalía del Casco Antiguo, porque queremos emplear mucha más fuerza en atajar este problema con una persona encargada de estar vigilante ante posibles subvenciones, dar ideas para dinamizar y mejorar esta parte de nuestra ciudad y ser contacto directo con los residentes para atender sus dudas y sugerencias. Tenemos proyectos interesantes que pronto se irán desgranando para mejorar el origen urbano de nuestra ciudad.

– ¿Por qué eligió como socio a Por La Rioja y no a Muévete Santo Domingo?

– Los resultados del 28 de mayo dejaron encima de la mesa múltiples combinaciones de gobierno diferentes: tripartitos, gobiernos en minoría de 4 o 6 concejales etc. Y todas ellas posibles, no sólo estas dos. En una negociación, en principio todos hablan con todos y se muestran las intenciones y pretensiones de cada uno. Estas intenciones y pretensiones hicieron, a mí y a mis compañeros, decantarnos por pactar con el partido de Óscar Reina.

– Por cierto, en su primer discurso como alcalde dijo que quiere que la legislatura se caracterice por la «unidad y la concordia». ¿Lo cree posible tras la primera intervención de Carlos Barrón?

– No voy a entrar a valorar esa intervención. Lo que sí digo es que mantengo firmemente mi compromiso en tender la mano, tanto yo como alcalde como mis compañeros del equipo de gobierno, por trabajar juntos en continuar construyendo un Santo Domingo mejor. Nos ha costado muchos años salir del inmovilismo político y no podemos volver a caer en él. Y eso es cosa de todos.

– ¿Va a pedir y va a llegar a la ciudad mucha ayuda de Logroño, donde también gobierna su partido?

– Por supuesto, recibir menos de lo que hemos recibido esta legislatura es imposible. Solicité públicamente al próximo presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, esta colaboración institucional y públicamente se comprometió a colaborar con la construcción de una ciudad deportiva. No me cabe duda de que estos próximos cuatro años van a ser el principio de lo que no debiera haber dejado de ser nunca: comunicación, colaboración y gestión conjunta con el Gobierno regional.

– Ahora no podrán decir que se han encontrado un ayuntamiento muy mal...

– No, esta vez no podemos decir que nos hemos encontrado 500.000 euros de facturas sin pagar (dinero de empresarios y autónomos calceatenses). Tampoco podemos decir que con el dinero de los vecinos de nuestra ciudad se estén pagando préstamos, con su consiguiente interés monetario. Puedo decir que me he encontrado un ayuntamiento que paga sus facturas y que se encuentra con deuda cero. Me encuentro un ayuntamiento que necesita una reestructuración de personal que garantice a los trabajadores un trabajo más eficaz y eficiente para que repercuta de manera directa en una mejor respuesta a nuestros ciudadanos. Vamos a comenzar a construir esta casa por los cimientos.

– ¿Qué le gustaría que dijeran los calceatenses de usted dentro de cuatro años?

– Es un hecho que ser alcalde de tu ciudad hace que se reserve un pequeño hueco en la historia por lo bueno y por lo malo, pero yo sólo quiero que mis conciudadanos, día a día, vivan un poco mejor y tengan más oportunidades de crecer dentro de su ciudad. Quiero, sobre todo, cuando deje el Ayuntamiento, irme feliz, con la cabeza bien alta y con la sensación del trabajo bien hecho.