Regreso al siglo XV en Agoncillo

Simulando combates a vida o muerte, el público, sin piedad, solicitaba la muerte final de los caballeros derrotados y debía ser el victorioso rival el que amistosamente perdonara la vida del compañero y le ayudara a reincorporarse de nuevo. Estas exhibiciones se repetirán hoy a las 13.30 y 19.20 horas. Con armaduras de 35 kilos de peso, los combates intentan emular las batallas medievales con cierto realismo, puesto que los golpes existen, claro que es todo una simulación y todo acaba sin daños, amistosamente.

No obstante, durante toda la jornada de ayer también se celebraron, como volverá a haber hoy, talleres de alfarería, puzles, malabares y pintura, sobre todo para el disfrute de los más pequeños, así como cuentacuentos y pintacaras y espectáculos de magia y danza. También se celebran visitas guiadas a la iglesia de Nuestra Señora de la Blanca y al castillo Aguas Mansas, alrededor del cual gira todo este evento y que también acoge las exposiciones de pintura de alumnos de G. Armentia y de edificios en miniatura de Goyo Matarranz. Y es que la fortaleza de Agoncillo, singular por situarse no en un punto elevado sino bajo, es un ejemplo de rehabilitación ya que en los años 80 permanecía en semirruina y, tras ser declarado Monumento Histórico Artístico a nivel nacional, se emprendió su recuperación hasta convertirse, como es hoy, no solo el Ayuntamiento de Agoncillo sino el edificio más emblemático del municipio y el corazón de la localidad.

En la noche de ayer el concierto del gaitero asturiano Hevia fue el acto más multitudinario de XIII Mercado Medieval de Artesanía y Alimentación de Agoncillo, a cuyo fin hubo un espectáculo pirotécnico con el que se puso el broche a la primera de las dos jornadas.