Sin la certeza de poder volver a casa
Los vecinos del edificio cuyo ático explotó continúan desalojados casi un año y medio después del suceso
Calculan los vecinos del número 2 de la calle El Cristo de Lardero, cuyo ático explosionó por un escape de gas a primera hora del ... 20 de diciembre de 2021, que permanecer fuera de sus casas, de las que fueron desalojados hace diecisiete meses, les ha costado ya a cada familia más de 3.500 euros en gastos. Además, han tenido que pagar por duplicado impuestos como el IBI y las basuras. Este mes de abril será el último en que la aseguradora de la comunidad de vecinos les abonará los alquileres donde se han reubicado y aunque les anunció que a partir del 1 de abril los residentes en las tres primeras plantas podrían regresar, el edificio aún permanece en obras.
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Los albañiles todavía trabajan en los áticos, las viviendas del cuarto no tienen puertas, destrozadas por la deflagración, y en la escalera, al acceder a los últimos pisos, se lee una reveladora advertencia escrita con spray: 'Peligro, desprendimientos'. Así que los vecinos, unos 70 de una veintena de casas, están molestos por su particular calvario de Semana Santa, la segunda que pasan fuera de sus hogares. Igual que la pasada segunda Navidad.
«Seguimos esperando que nos notifiquen la apertura de la casa. Dicen que este mes nos la van a dar pero ya no nos fiamos, nos habían dicho que en noviembre, que en abril...», explica Iñigo Aragón, vecino del segundo piso. «En realidad, no sabemos el porqué, pero es evidente que esto todavía está en obras», señala Iñigo Aragón mirando las furgonetas de los especialistas en cubiertas, construcción y ascensores que mantienen andamios y material de trabajo a pie de calle.
«Y todavía no se ha revisado ninguna caldera, que estaban en marcha antes del suceso pero ahora no sabemos cómo están. No podemos volver y que haya otro pepinazo por no haberlo comprobado, hay que revisarlas antes de volver», advierte Iñigo. La nueva fecha de entrada al edificio es ahora el 1 de mayo, aunque puede que, si las obras finalizan previamente, algún vecino pueda regresar antes de ese día.
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«No podemos pagar una hipoteca y un alquiler a la vez, financieramente es imposible. Y como el seguro nos deja de pagar el alquiler en mayo, tenemos que volver a vivir aquí», afirma Iñigo. Pero la realidad parece otra. «Esto va muy lento, no avanza en la medida que debería avanzar», opina Pedro Navia, vecino del primero que ha tenido que cambiar hasta la lavadora porque se había oxidado al sufrir humedades.
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La mayoría de los residentes de los tres primeros pisos aprovechan estos días para hacer obras en el interior de sus casas, como pintar y cambiar muebles y electrodomésticos. De hecho, tienen libertad para entrar en el edificio durante el horario laboral de obra. Y a todo eso hay que sumar las mudanzas. «Hay que hacer una casa nueva, como si viniéramos de nuevo. Hay quien ha tenido que cambiar suelos, baños, puertas...», describe Iñigo, y añade: «No tenemos la certeza de que el 1 de mayo podremos estar viviendo ya aquí y creo que, después de un año y medio, deberíamos tener ya certezas, no posibilidades».
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Por otra parte, el alcalde de Lardero, Manuel Vallejo, asegura que el compromiso del Ayuntamiento es el de siempre: dar prioridad a los trámites administrativos concernientes a los damnificados vecinos de la calle El Cristo, 2. En cuanto a los impuestos de IBI y basuras que han tenido que abonar por duplicado, abre la puerta a una posible devolución. «Hay impuestos que no se pueden dejar de cobrar pero si lo presentan, intentaremos devolverlos», explica Vallejo.
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