«Describiría mi arte como algo que nace muy de dentro»

Natural de Baños de Río Tobía, aunque ahora vive en Logroño, Carlos Villoslada Sáez tiene una doble vertiente artística. Por un lado, tras estar en su pueblo natal hasta los 29 años como cabrero de su propio rebaño de cabras, hace ocho decidió reorientar su vida hacia la faceta artística. Por otra parte, es el coordinador del certamen de arte Bañarte, que con tanto éxito se celebra cada verano en su pueblo natal.

– ¿Cómo empezó en el mundo artístico?

– Hace ocho años que me dedico a la faceta artística, hago pintura, escultura..., porque antes de esto tenía una granja de cabras en Baños. Mis padres se han dedicado siempre al campo y la ganadería, tenían vacas, y luego también cabras. Estuve de cabrero unos cuantos años y la verdad es que me encanta. Pensaba que ese iba a ser mi modo de vida, pero luego la vida te descubre otras inquietudes.

– ¿Qué le condujo al arte?

– La verdad es que siempre he tenido inquietudes artísticas. Cuando iba con las cabras me llevaba mi cuaderno y siempre he estado creando, aunque no de forma profesional. Al final compaginar ambas cosas me resultaba complicado y decidí apostar por el camino artístico, pero siempre tengo ahí mi raíz. Las cabras siguen estando y cuando voy al pueblo sigo trabajando en ello. De hecho en mi obra se ve bastante reflejado ese mundo.

– ¿Podría definir su obra?

– Hombre definirla uno mismo es complicado, pero podría decir que es algo sencillo, sin demasiados artificios, pero con bastante alma y que nace de mis raíces, de donde he crecido, de la pasión por el trabajo, lo que me han enseñado mis padres a valorarlo y amar el oficio, tanto de pastor como ahora mismo en el arte. Describiría mi arte como algo que nace muy de dentro.

– Este año pasado ha sido difícil para todos, ¿cómo lo ha vivido?

– El mundo del arte es bastante complejo, pero este año con todo lo de la pandemia se ha paralizado todo el mundo de las exposiciones, pero me ha dado oportunidad para experimentar y, sobre todo, seguir creando. A mí me gusta crear despacio y eso se ve reflejado en mi obra. No me voy a quejar, porque al final sigo adelante, tengo la suerte de tener mi clientela que, gracias a toda ella sigo creando y, también, preparando la próxima exposición.

– ¿Cuál es ese proyecto?

– Se trata de una exposición que tenía para el pasado año que, como todo se ha tenido que posponer, espero poder exponer el 26 de mayo en Madrid, en la sala Échale guindas. Durante la cuarentena, cada día pintaba una cabra, y así me cree un rebaño a medida, de ahí saldrá la exposición. Serán imágenes de cabras, tanto en cerámica como en distintos soportes. Lo que quiero es crear una exposición trashumante que viaje por la península.

– ¿Qué va a tener?

– Habrá pintura sobre cerámica, sobre piezas recuperadas que encuentro en rastros, en mercadillos, en 'brocantes' de Francia que visito a menudo, e incluso algunas me las traen de otros sitios. Lo que yo hago con esa cerámica es darle una segunda vida, utilizándola como soporte para mi obra.

– Vamos con su otra faceta, la de coordinador de Bañarte. ¿Cómo valora estos años del certamen?

– Muy positivos. En el 2020 al final pudimos hacer la quinta edición, rindiendo homenaje a las personas mayores y lo cierto es que es muy positivo, con un proyecto muy bonito para Baños y una manera de acercar el arte a los vecinos de forma distinta a la que estamos acostumbrados. Se pueden acercar a los artistas y conocer el proceso creativo de primera mano. Queremos seguir con ello aunque todavía está por ver a qué lo vincularemos este año.

– ¿Pero se hará?

– Sí. Nuestro objetivo es hacerlo. Si el año pasado lo pudimos hacer, cambiando el formato por las necesidades de las normas sanitarias, este año nuestro propósito es continuar con ello. Además, como yo digo, el arte es necesario como alimento espiritual y en estos momentos más.

– ¿Está satisfecho con la respuesta de los bañejos?

– Desde luego que sí. La gente de Baños está deseando que lleguen esos días y, de hecho, este año me gustaría cambiar el formato y ofrecer cosas nuevas, porque los bañejos están deseando que se haga y poder participar. Y los de fuera, salvo este año pasado que por las limitaciones por la pandemia estuvo más restringido, siempre ha respondido muy bien, con éxito.

– ¿Cómo logra que cada año llegue un grupo de artistas tan variado?

– Cada año lo vinculamos a una propuesta y entonces según sea esa propuesta, escogemos un perfil de artista que sabemos que va a desarrollar una buena obra en ese aspecto y les ofrecemos participar en esta experiencia que es tan singular. Se crean sinergias entre ellos, además de poder crear interactuando con los vecinos. Si a mí me propusieran acudir a una cita así, estaría deseando ir.