La fábrica de harinas La Gloria recupera su esplendor
San Millán ·
El proyecto de Raúl Vázquez ha servido para que esta pieza del patrimonio industrial de la localidad, salga de la lista roja de Hispania NostraLa antigua fábrica de harinas La Gloria, en San Millán de la Cogolla, ha dejado de estar en la lista roja de patrimonio en peligro de pérdida por su mal estado de conservación, que elabora la Asociación Hispania Nostra, y ha pasado a engrosar la lista verde, la que señala todo lo contrario.
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Para ello, han sido precisos casi tres años desde que en abril de 2019 fue incluida entre el patrimonio en riesgo extremo y de ello es responsable la Asociación A2 Aguas, que encabeza Raúl Vázquez, descendiente del fundador de la fábrica en el año 1902, su bisabuelo Santos Vázquez.
Aunque el proyecto no está concluido aún, desde hace unas semanas ya ha comenzado a funcionar el bar-restaurante o gastrobar y el museo, cuyo edificio ha sido rehabilitado y la maquinaria auténtica de cuando se cerró la factoría que fabricaba la harina, totalmente restaurada. De tal manera que tanto un servicio como el otro se encuentran abiertos al público.
Vázquez ha señalado este jueves la satisfacción «por la recuperación de este patrimonio industrial que de no haber mediado nuestra intervención se iba a perder y dejar de existir», subrayando que para él «es un sueño cumplido».
El artífice del proyecto reconoce que sacarlo adelante «ha estado lleno de dificultades, tanto las burocráticas como las que han surgido a raíz de la aparición de la pandemia, que ha traído consigo problemas de todo tipo, incluido el de la escasez de materiales y su encarecimiento», hasta el punto de que, según indica, «hemos pasado de un presupuesto de unos 800.000 euros a los 1,2 millones que llevamos invertidos».
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De la restauración de la maquinaria se han ocupado dos profesionales de Navarrete, «que han realizado una gran labor. Hemos estado cuatro personas todo un año, decapando y recuperando toda la madera original, así como los materiales metálicos que todos ellos son los originales, solo que restaurados convenientemente».
No obstante, para completar del todo lo que Vázquez se propuso cuando tuvo la idea de recuperar la antigua fábrica de harina, «aún tendrán que pasar uno o dos años, ya que queremos, además de restaurar el motor 'Crossley', que es una auténtica joya, acondicionar todo el entorno del edificio con jardines, así como hacer senderos para paseos y otros retoques para poder poner en marcha toda la maquinaria como cuando estaba a pleno rendimiento».
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De momento, aquella fábrica situada a orillas del río Cárdenas, cuyas aguas ayudaban a hacer operativa la factoría, y que surgió sobre los cimientos de los viejos molinos de grano pertenecientes al Monasterio de Yuso, ya no corre el riesgo de desaparecer. Al contrario, se ha convertido en un atractivo más de la localidad y del Valle del Cárdenas, que además ha creado seis puestos de trabajo, y sus propietarios están dispuestos a que vaya a más.
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