Nalda

Experiencia laboral en la España Vaciada

Una treintena de alumnos de la UR participan en la segunda edición de los programas Erasmus, Campus y Emprendimiento Rural con prácticas en pueblos riojanos, como Cenicero, Anguiano, Arrúbal, Alesón, Arnedillo y Nalda, pero también de Soria, Navarra y Huesca. Cada alumno en prácticas recibe un sueldo mensual de 1.000 euros, está dado de alta en la Seguridad Social y la única condición añadida es residir durante el contrato en el municipio donde se trabaja o en un radio de 20 kilómetros.

«Tenemos que agradecer a las empresas y tutores porque introducen e integran a los alumnos, que están contentísimos, y nosotros también», explicó Marian Martínez Calvo, vicerrectora de Estudiantes y Extensión Universitaria, en el encuentro para intercambiar experiencias celebrado el pasado viernes en Nalda. «El trabajo que tenemos es serio y duro contra la despoblación rural y estos programas ilusionan y animan. No entenderíamos la sociedad actual sin el mundo rural, tenemos que activarlo con los servicios necesarios para poder asentarse y vivir», declaró Óscar León, director General de Política Local del Gobierno de La Rioja.

Precisamente en el Ayuntamiento de Nalda realiza sus prácticas Jorge Calle, de 21 años, estudiante de GADE. «He venido a realizar trámites de auxiliar administrativo (contabilidad y atención al público), algo que fuera de la carrera no se pueden hacer porque son plazas a las que se accede por oposición», expone Jorge, quien eligió el destino ya que conocía el pueblo. «Quería conocer otra opción de trabajo, aparte de la empresa privada, como es un Ayuntamiento. Cómo es la vida de un secretario, de un auxiliar administrativo, de un alcalde...», confesó Jorge.

La asociación El Colletero de Nalda se ha adherido al programa de la UR y busca a jóvenes en prácticas, ingenieros agrícolas o trabajadores sociales. «Es muy interesante atraer a jóvenes a los pueblos, puede servir para descentralizarlo todo y animar a la gente a que pueda venir a vivir al mundo rural», detalló Carlos Ramírez de la Concepción, miembro de El Colletero, entidad acostumbrada a contar con voluntarios, incluso europeos.

Chema Rodríguez, también de 21 años y estudiante de GADE, realiza las prácticas en el Consistorio de San Millán de la Cogolla. «Sobre todo atiendo peticiones de los vecinos, licencias de obra y labores de contabilidad, habiendo recibido formación concreta del sector público, que es muy diferente a lo que estudiamos en la carrera», advierte Chema, a quien el valle del Cárdenas le parece precioso. «Es un destino muy atractivo, yo estoy muy contento. Quería alejarme de Logroño tras un año bastante exigente en la carrera y realizar prácticas en un pueblo, más relajado», reconoce Chema.

Pilar Corres, de 24 años, estudiante del grado de Geografía e Historia, realiza prácticas en la oficina de turismo y la casa de cultura de Los Arcos (Navarra). «Estoy ayudando a hacer el programa de fiestas, visitas guiadas, en la atención al peregrino, control de exposiciones... Un poco de todo. Elegí este destino y estoy bastante a gusto. No encuentras en muchos sitios unas prácticas por 1.000 euros», admite.