Antonio López | Pintor
«La cultura tiene mucha importancia en la ciencia, en el arte no tanto»El célebre artista, que ayer compartió en Calahorra reflexiones sobre su obra, preside hoy el jurado del certamen nacional de pintura de la ciudad
Antonio López (Tomelloso, 1936) preside por primera vez el jurado del Certamen Nacional de Pintura 'Ciudad de Calahorra', que fallará hoy sus premios. Pero ... antes de ello, el célebre pintor, Premio Príncipe de Asturias de las Artes y genio del realismo, compartió reflexiones sobre la pintura y su obra en un encuentro abierto a todo el público en la sala cultural Ermita de la Concepción, junto con el pintor calagurritano Javier Garrido. El espacio se quedó pequeño para escuchar a este genio de la pintura, que fue recibido con una gran ovación y el público en pie. Un gesto extraordinario para un pintor tan excepcional en el lienzo como cercano, iluminador y llano en las distancias cortas.
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– Que un pintor como Antonio López, Premio Príncipe de Asturias, presida hoy el jurado de un certamen de pintura de una ciudad pequeña como Calahorra dice mucho de su implicación con el arte independiente de donde surja. ¿Cómo conoció el concurso?
– Me habló Javier (Garrido) de este concurso y yo le dije que cuando quisiera que me llamara y yo iba encantado. Los concursos da igual donde los hagan. Imagino que habrá menos gente que en el de Logroño (en referencia al Certamen Nacional de Pintura del Parlamento de La Rioja que dejó de celebrase en 2024 y que López presidió).
– ¿Lo importante entiendo es que se siga fomentando la pintura a través de certámenes como este?
– Es importante que haya pintores buenos y en un momento de la vida de estos pintores el concurso es una forma de salir al exterior. Si no, ¿cómo...? Es el comienzo. Si tienes una seguridad económica no vas a los concursos, porque es antipática la competición. Yo en cuanto pude ya no me presenté a los concursos.
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– Dedicarse por completo al arte, bien sea la pintura, el cine, el teatro... sigue siendo complicado. De hecho, quienes lo consiguen suelen repetir que se sienten afortunados. ¿Se siente así Antonio López?
– Muchísimo. Es muy difícil ser bueno. Es muy excepcional. Cuando ves lo que ha ocurrido no ya en Calahorra sino en España durante toda la historia no es tanta la gente verdaderamente buena. Es muy difícil hacer algo que tenga mucho nivel.
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– ¿Y qué hay detrás de un artista excelente?
– Una inteligencia justo para hacer un buen trabajo, como un buen torero tiene una inteligencia enorme para ponerse delante de un toro. En el comienzo, biológicamente tiene que haber una condición que te da Dios, la naturaleza, heredada... Luego, la cultura, el dónde estés, puede aumentarlo o añadirle algo, pero lo principal es cómo tu eres.
– ¿Algo de formación también habrá?
– La arquitectura que se ha hecho en la historia del hombre, desde Egipto o antes, es algo maravilloso. Es algo que demuestra que el hombre, el que lo tiene, tiene una capacidad extraordinaria para hacer estas cosas. No hay duda. ¿Y qué cultura podían tener? ¿Qué cultura tenía, por ejemplo, el que hizo la Dama de Elche en Iberia hace 2.500 años e hizo una obra tan maravillosa? La cultura tiene mucha importancia en la ciencia, en el arte, no tanto. Lo tiene sobre todo la capacidad natural que se tenga y la suerte de que no te mueras, de que no te maten, de que te dejen trabajar.
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– ¿En quién se ha fijado Antonio López? ¿Tiene un artista referente por encima de todo?
– En Europa si la unes con Egipto con Mesopotamia puedes hacer un recorrido larguísimo de la pintura desde el arte rupestre. Y han ocurrido una cantidad de cosas verdaderamente extraordinarias durante miles de año. Así, que ¿cómo no va a haber (referentes)? Entonces, decir que Velázquez es tu norte no es así. Pero no solamente pintores, también músicos, cineastas, escritores, escultores, arquitectos...
– Nació en 1936 y vivió años muy complicados en España. ¿Pudo pintar y expresarse con libertad?
– El hombre siempre ha vivido una vida complicada. En la época de Velázquez pasarían cosas complicadas en Europa en ese momento. No hay un momento en el que no haya luchas de guerras. El hombre no ha sabido estar en paz. Ahora está en 'relativa' paz, porque una guerra sería su destrucción.
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– ¿Qué le llana más; saber que sus obras han llegado a París, el MOMA de Nueva York... o llegar como esta mañana (por ayer) a tomar un tren en Atocha para venir a Calahorra y ver que millones de viajeros pueden disfrutar de las cabezas de bebé ('Día y Noche') que esculpió en la estación?
– Después del placer de hacer las cosas, muy unido, muy unido está el que te miren, el que te atiendan y el que te valoren. Yo no conozco la frustración dolorosa del artista incomprendido. Eso no quiere decir que gustes a todo el muno, pero hay un grupo de personas que te apoya, te alimenta y te hace pensar que lo que haces tiene valor para lo demás.
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– ¿Qué le lleva a 'defender' la pintura realista?
– Yo no he defendido eso, otra cosa es que yo esté en eso. Porque otras cosas, otros lenguajes tienen muchísimo valor. Todo lo que ha ocurrido en el siglo XX y el XIX es muy importante.
Escultura para Calahorra
– Calahorra espera también una escultura suya. ¿Cómo surgió este trabajo?, ¿lo veremos pronto?
– Surgió mucho por Javier (Garrido) en una charla que dimos en un momento de la (reunión) del jurado de Logroño (el certamen de pintura del Parlamento de La Rioja) me dijo que estaría bien que yo hiciera alguna escultura referida al agua. En Logroño hay una escultura de Francisco López, que es de una mujer que bebe en una fuente, que es preciosa ('Dama de la fuente'). Hay otra de Julio López, que está metida en una fuente ( 'La mujer'). Pensaba que sería bonito que estuviésemos los tres. Lo de Logroño no salió, pero lo de Calahorra, la alcaldesa de hace unos años me encargó una escultura que evocara a Roma para colocar el sitio donde estuvo el circo romano. Eso es lo que yo estoy haciendo y he modelado a partir de una joven de aquí, de Calahorra, con un físico muy precioso, que sonríe, y que se llama Jimena. Le hice un dibujo, estuve aquí una mañana y estuve haciéndole fotografías y mediciones. Con todo eso he hecho una cabeza de un poco más de un metro.
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