Puerta grande en la última de feria

Sergio Rodríguez lanceó al primero de la tarde que no tuvo mucha fiesta en el caballo. Rodríguez estuvo firme en el inicio de faena. No acabó de llegar al tendido su manejo de las alturas ni su serie mandona por el derecho. Mató a la segunda y escuchó un aviso.

El cuarto novillo tuvo empuje y Rodríguez comenzó la faena de rodillas en el tercio bajándole la mano. Después se fue a los medios y estuvo asentado trabajando por el pitón derecho. Pero la faena fue a menos y el novillero acortó las distancias y tiró de recursos para intentar llegar al graderío. Se le hizo bola la espada y escuchó un aviso.

Nek Romero se encajó por verónicas para saludar al segundo de la tarde al que llevó al caballo con un galleo vistoso. Romero inició la faena en los medios al natural. También administró al novillo una serie de derechazos muy firmes. La actuación de Romero no fue tan rotunda como apuntó al inicio. Remató por manoletinas y estocada arriba. Paseó una oreja. El novillo -que fue pronto, tuvo clase y su punto de casta- fue ovacionado en el arrastre.

Romero recibió con gracia al quinto de la tarde: un novillo muy bien presentado que fue aplaudido de salida. Tras el tercio de varas se quedó en los medios para firmar un quite por chicuelinas y tafalleras. El coletudo estuvo asentado por ambos pitones y lo mejor de su actuación ocurrió con la mano izquierda aunque no llegó a adelantar el engaño. Dejó la espada en lo alto, escuchó un aviso y cortó una oreja.

Sergio Sánchez sacó al tercero a los medios y tras el tercio de varas realizó un quite por chicuelinas. Arrancó la faena en el platillo cambiándoselo por la espalda. Continuó por la izquierda con un astado que echaba la cara arriba. No tomó altura la faena y culminó con una estocada que se le fue abajo.

Sánchez se fue a portagayola a por el último de feria y, tras un vistoso saludo capotero, galleó por chicuelinas para dejar al novillo en el caballo. Se puso de rodillas en los medios y se lo pasó por la espalda. El novillo mostró codicia y su mejor pitón fue el izquierdo. Una vez puesto en pie el novillero comenzó toreando al natural para continuar con la derecha aunque faltó continuidad en su labor. Dejó una estocada desprendida tras aviso.