Siento como un gran libro el vivir en el ámbito rural, próximo a la viña y al vino, de donde sale un torrente de motivos ... de estudio. Pero hay otros libros que en nosotros dejaron huella: Gregorio Marañón inculcando los deberes antes que los derechos; Emerson inculcando que ser rico no es punible («Hombre rico es el que se enriquece y hace ricos a los demás»); Max Weber al indicarnos que el catolicismo y la tecnología eran ostensibles en Bélgica. Y allí fuimos a conocerlo e intentar superponerlo sobre el «catolicismo agrario» de mi familia en Zamora.
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Allí, creciendo entre ellos, recibí la idea de la constancia. Era el nombre de una fábrica de harinas. Pero así he logrado hacer lo mismo durante más de 60 años. Después recibí la idea del alma como dotación individual de conducta y de creatividad. Creatividad que puede ser útil para el artista y para el científico.
Ahora me intriga que, en tinto, las bayas enteras en el «sombrero» entran negras, se forman rojas y acaban amarillas. Queremos comprobar si eso ocurre con semillas verdes o marrones.
En la campaña 2024, batíamos uva y a las 24 horas crecía moho. Sobre este tema ya escribimos, pero anotamos más observaciones. Debajo del moho había levaduras potentes. A veces, el moho cortaba la vida de esas levaduras. Pero también comprobamos que cuando la levadura lograba multiplicarse, los filamentos del moho se desarticulaban sin haberse iniciado la fermentación. Había un tiempo de lucha entre levaduras y mohos. Además, introduciendo tanino enológico se potenciaba la levadura. Esta experiencia previa nos empuja a un mejor conocimiento para perfeccionar la acción en bodega.
Hasta ahora recomendamos: 1. Batir uva; 2. A las 24 horas, observar su superficie; 3. Si hay moho, sulfitar y aplicar levadura seca activa; 4. Remontar, unificando estratos; 5. Disponer de refrigeración eficaz.
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Libros y microscopio han sido un gran apoyo para un jubilado.
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