El espárrago inicia la campaña con mayores costes y menor consumo

A primeros de febrero se retira la espuma, se laborea la tierra, para abonar posteriormente, formar los caballones (montículo donde creen los espárragos) y poner el plástico. «Intentamos dejar todo preparado por si llueve y luego no se puede entrar para hacer el caballón», explica Miguel. Asegura que la esparraguera, si es buena, puede durar ocho años. Se planta a finales de marzo o principios de abril y al año siguiente se puede coger quince o veinte días, aunque ahora no merece la pena porque el precio del plástico es alto y se rompe mucho. Los agricultores suelen esperar al segundo año cuando ya está en plena producción.

«En Rincón empezamos con poco sobre el 20 de marzo y en abril sale bien. Lo normal sería seguir hasta la primera semana de junio, pero el año pasado, debido a la sequía y a las altas temperaturas hubo que dejarlo quince días antes porque salía mucho espigado de segunda y no vale dinero. Hay fabricantes que ni lo compran. Este año, según va el tiempo, pasará lo mismo», lamenta. Lo recolectan a mano, con la gubia. Es un trabajo duro porque hay que estar agachado y por el peso. En su finca se recoge de noche (de 23.00 a 00.00 hasta las 08.00 o 09.00 horas) para evitar la luz del sol y que se ponga morado. Considera como principales problemas el bajo precio del espárrago de segunda, el aumento de costes de producción y la reducción del consumo de fresco.