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Trabajo insta al deporte base a regularizar su situación fiscal

Trabajo insta al deporte base a regularizar su situación fiscal

'Nueva' ley, nueva polémica. El Estado quiere que aflore la económica sumergida del deporte de niños y los clubes prefieren evitar obligaciones

José Martínez Glera

Viernes, 30 de enero 2015, 21:30

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Hace unos meses, miembros del Consejo Superior de Deportes y de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social decidieron reunirse en Madrid para comenzar a trabajar en un borrador sobre la actividad que se desarrolla en clubes y entidades deportivas sin ánimo de lucro. Tras las reuniones llegaron a varias conclusiones. La más importante: regularizar la relación entre las partes (clubes y personal) por medio del contrato laboral a tiempo parcial si fuera necesario. Dicho de otra forma, instar a los clubes deportivos a que coticen por todos aquellos entrenadores o monitores que perciben una retribución económica.

Meses después nadie sabe si esta decisión se aplicará a o no, sobre todo a los clubes de deporte base. Las comunidades autónomas presentarán textos alternativos a la idea base. Sin embargo, si algo genera nerviosismo es la incertidumbre. La posibilidad de que los clubes tengan que cotizar a la Seguridad Social, hacer retenciones y legalizar toda la económica sumergida que mueven ha hecho que éstos vivan temerosos y ha motivado que deportes como el fútbol piensen en parar la competición ante una normativa de muchos años con la que se hizo la vista gorda.

La propuesta del Ministerio de Empleo y Seguridad Social es muy sencilla. Los clubes que tienen a entrenadores y monitores trabajando en sus estructuras deben disfrutar de un contrato y pagar los impuestos correspondientes. La pasada semana, la Federación Riojana de Fútbol se reunió con algunas de las entidades que la componen para comunicarles esta decisión. Los afectados consideran poco menos que un atropello esta medida, que nada tiene que ver con la futura Ley del Deporte que aprobará el Gobierno de La Rioja, ya que llega directamente desde Madrid.

Es en Cataluña donde comienza todo. La Administración observa que el deporte base mueve una economía sumergida más jugosa de lo que se piensa. Alcanza a todas las comunidades. En Málaga, por ejemplo, los clubes han logrado paralizarla. La propuesta apenas afectaría a las federaciones si llegase a entrar en vigor, pero sí a las entidades deportivas. Éstas abonan diferentes cantidades a sus técnicos. Muchas de ellas pagan mediante compensación de gastos, pero cuando esa compensación tiene una periodicidad y una misma cuantía se convierte en una retribución encubierta. Con números concretos. Al entrenador que cobre 100 euros brutos, el club deberá aplicarle una retención del 2%, es decir, 2 euros. Cobrará 98 euros. Sin embargo, a la entidad ese contrato le costará 133 euros, ya que debe pagar un 33%, aproximadamente, a la Seguridad Social, ya que ese técnico estará dado de alta.

«Por lo que nosotros sabemos, si damos de alta a todos los técnicos y los clubes asumen el paso de la Seguridad Social, los costes aumentarán considerablemente», apunta Paco Rivillas, responsable del EDF de Logroño, entidad que mueve a 63 equipos y más de 60 técnicos. «Al final, si tienes que pagar más impuestos, te suben las cuotas federativas, te suben las cuotas por el uso de los campos, pagas cursos de titulación, etc... un niño que pague 250 euros al año puede pasar a abonar 400. Y así lo único que haremos es que jugar a fútbol sea algo elitista», añade.

Los clubes añaden a esos costes lo que supondría atender toda la burocracia, cumplir con toda la documentación. «Un club pequeño como el nuestro no puede estar haciendo papeles todos los días porque no tenemos la infraestructura necesaria para ello», apunta Emilio San Martín, presidente del club de tiro Rey Pastor. San Martín se refiere a formalizar los contratos, dar altas, bajas, pagar impuestos.

Simplificar el cambio

José Javier Hernández, asesor jurídico de la Federación Riojana de Fútbol, intenta simplificar el cambio que supondría para el mundo del deporte. «En primer lugar, estamos hablado de dos conceptos de pago: retribución o gastos de compensación. El primero lo podemos entender como un sueldo mensual; el segundo, cubrir los gastos de técnicos y monitores, gastos que hay que justificar. El primero se puede articular mediante un contrato a tiempo parcial; el segundo, mediante una variante del actual contrato de voluntariado. En ese contrato a tiempo parcial debes incluir qué días se entrena, qué días se juega, las horas. Se puede hacer para todo el año. Incluso si se excede del número de horas, éstas se pueden abonar como horas complementarias. A los pagos que hagas es necesario aplicarle la retención y que la entidad asuma el pago de la Seguridad Social», indica Hernández.

Los obstáculos que esgrimen los clubes van más allá de los económicos. Ahora se fijan en quiénes pueden asumir el papel de entrenadores y monitores. «Por ejemplo, los funcionarios no pueden firmar un contrato de este tipo porque tienen incompatibilidad. La gente que está en el paro, tampoco, porque cuando el club les da de alta en la Seguridad Social ya no pueden disfrutar del subsidio como lo estaban haciendo», apunta Pedro Fernández, secretario general de la Federación Riojana de Fútbol. «Lo que parece claro es que se quiere controlar la economía de los clubes», asegura.

Ahora bien, el funcionario puede solicitar la compatibilidad. Y en el caso del parado, con la ley en la mano, debe renunciar a una cuantía de lo que percibe. «Si alguien disfruta del subsidio del paro y se le da de alta en la Seguridad Social, tiene que renunciar a un porcentaje de lo que está cobrando», afirma José Javier Hernández. Es decir, existe otra incompatibilidad. Nadie va a rechazar cobrar 200, 300 ó 400 euros mensuales para ingresar 100. «En nuestro caso, son muchos los entrenadores o monitores que están relacionados con la docencia o son funcionarios. Con este modelo, no pueden seguir en el club», comenta Paco Rivillas.

Miguel Ángel Caro, director deportivo del Comillas, alude a la incertidumbre. El club logroñés mueve a 19 equipos y a más de 300 niños. Es otra de las entidades de cantera, sin presencia en Tercera División. «El gran problema, es que no hay nada claro. La ley siempre ha sido muy permisiva. Ahora mismo te ofrecen dos opciones: contar con voluntarios o firmar contratos a tiempo parcial. Hay que cumplir con unos mínimos, pero habrá que pensar en una nueva organización de los clubes en los que, al final, los más perjudicados serán los padres de los niños», indica Caro, que cita en pocos segundos las fuentes de ingresos de su club: «Cuotas, patrocinadores, subvenciones y torneos». «Habrá clubes que no puedan sobrevivir y otros tendrán que adaptarse y habrá técnicos que tendrán que dejar el campo. Desde luego, el mapa futbolístico va a cambiar», concluye.

Pero no sólo el mapa futbolístico. El deportivo. Las categorías inferiores a las que se pretende aplicar esta legislación se traducen en La Rioja en Juegos Escolares. Varios millares de deportistas que compiten anualmente. ¿Pueden quedarse sin técnicos? «Unos se irán porque no querrán cumplir con esta normativa y otros llegarán», apunta una fuente de la Consejería de Deportes. «Esto no tiene nada que ver con nosotros ni con la futura Ley del Deporte. Es algo que llega desde Madrid y nosotros no tenemos competencias para cambiarlo», indica.

César Alegre, presidente del Valvanera, apunta en la misma línea que sus colegas. «Esta situación sería muy gravosa para los clubes. No estamos preparados», apunta antes de hablar del hipotético comportamiento de los técnicos en el futuro. «No sé que puede pasar. Sabemos que en otras comunidades se han movilizado contra esta idea. Ahora bien, si vamos hacia este concepto lo que no podemos hacer es implantarlo de hoy para mañana. Necesitaríamos un tiempo de adaptación y también que se diferenciase entre un club de Tercera y uno de base», añadía.

En el mundo del baloncesto también están al corriente del nuevo escenario. «Ya les hemos comunicado a los clubes lo que puede pasar», admite Fernando Verano, presidente de la Federación Riojana de Baloncesto. «A nosotros no nos afecta, pero a los clubes, sí. Si pagas a entrenadores y monitores y tienes que asumir otros costes, las cifras se disparan. Sé que en Consejo Superior de Deportes están intentando ver cómo se puede modificar esta primera idea porque no tienen muy clara la situación real», añade.

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