Logroño suma el marrón
¿Con llave o sin llave? Sin bolsa, ¿habrá olores?... La recogida de residuos orgánicos se inicia este lunes con 100 contenedores ya en la calle
El día es este lunes. Arranca la recogida selectiva de residuos orgánicos en una parte de Logroño, no en toda la capital. Las zonas que ya tienen colocados sus contenedores marrones son las de Valdegastea, Portillejo, avenida de Burgos, El Arco y las calles Rodejón y Entrena, así como en La Guindalera, Cascajos, calle Piqueras y Los Lirios.
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Si la distribución de 14.300 sobres con información sobre lo que va a ocurrir desde ahora y con bolsas compostables necesarias –o al menos convenientes– para depositar los residuos se inició hace ya diez días, el fin de semana anterior, la colocación de un centenar de contenedores marrones en las islas donde se encuentran los demás arrancó el miércoles y el jueves, cuando también se repartían las primeras llaves en El Arco y Portillejo. Porque no todo el mundo va a necesitar llave para abrir el contenedor, solo los vecinos de Valdegastea, Portillejo, avenida de Burgos, El Arco y las calles Rodejón y Entrena. Los de La Guindalera, Cascajos, calle Piqueras y Los Lirios solo tendrán que darle a la palanquita con la que se abre la tapa y depositar los residuos.
¿Cómo respiran los barrios afectados con estas novedades? Con expectación, pero aún sin especiales dudas ni quejas, que se irán planteando cuando eche a andar la iniciativa, señalan desde Valdegastea, cuya asociación de vecinos ha ido colgando en el Facebook de la entidad, una especie de plaza virtual de la zona, toda la información recibida.
Tanto desde Los Lirios como desde Valdegastea avisan de que, en verano, si no se usa bolsa, quedarán restos que olerán
En Los Lirios, que fue donde primero se pusieron los contenedores, ya han advertido de que quedan separados de la acera y ello obliga a bajar a ras de calzada, con lo que, pese a estar adaptados a distintas situaciones de discapacidad, no se pueden aprovechar estas ventajas.
Tanto desde Los Lirios como desde Valdegastea alertan sobre qué pasará en verano. Al contenedor verde toda la basura se echa en bolsas. En este caso, se habla de bolsas compostables o, en su defecto, sin bolsa. Pero si esto sucede, se temen que en el contenedor quedarán restos líquidos y quizá alguna parte de sólido que harán que termine desprendiendo mal olor a no ser que los lavados sean muy frecuentes.
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Cantidad/ calidad
La zona suroeste, con unos 12.000 vecinos, tendrá contenedores con llave y, en la zona sur, con cerca de 15.000, los contenedores permanecerán abiertos. Se trata de determinar cómo funciona mejor el sistema y la participación de los vecinos, si con llave o sin ella, dado que se tiende a pensar que se recoge más cuando no hay llave, pero con residuos mejor seleccionados cuando sí la hay. Y tras la prueba, se elegirá el modelo definitivo que se extenderá después a toda la ciudad.
¿Qué más cuestiones se plantean ahora en las zonas afectadas? Desde cómo organizar los cubos de recogida selectiva en las cocinas de las viviendas, dado que habrá que poner uno más, a qué sucederá con el contenedor verde, porque, al final, quien recicla más bien que mal dejaba poco más que orgánicos en el depósito verde, el que fue primero de todos. Desde Cascajos se preguntan eso, qué diferencia hay entre el verde y el marrón y también cómo, en estos tiempos de crisis, nos metemos en estos bretes que no dejan de subir la cuenta de gastos –o de inversión, según se mire–. «Aunque si va a ser para bien...», admiten finalmente, no sin ciertas reticencias al considerar que las asignaturas del papel y cartón, el vidrio y el plástico no las tenemos todavía aprobadas con nota. Y si en Los Lirios la sensación es buena y les parece muy bien formar parte de esta iniciativa, insisten en que lo que les urge es el colegio y el paso seguro. Mientras, en Valdegastea han asumido que los contenedores marrones han llegado a la ciudad para quedarse.
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