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400 voluntarios intentarán determinar los riesgos que conducen a la demencia

400 voluntarios intentarán determinar los riesgos que conducen a la demencia

La Fundación Pasqual Maragall emprende una iniciativa pionera mundial para impulsar los tratamientos preventivos personalizados

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Miércoles, 16 de mayo 2018, 22:19

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Poco o casi nada se sabe sobre por qué se originan las demencias. Sin embargo, estos trastornos afectan cada vez a más personas mayores. Para determinar el riesgo de padecer algún tipo de demencia, la Fundación Pasqual Maragall pone en marcha una iniciativa pionera a nivel mundial que estudiará la probabilidad de desarrollar este tipo de afección a cinco años vista en personas que comiencen ahora a padecer trastornos de memoria.

La institución, junto al BarcelonaBeta Brain Research Center (BBRC), realizará este estudio desde la nueva Unidad de Investigación Clínica en Prevención de la Demencia. Pero para poner en marcha el estudio los científicos necesitan contar, durante los próximos tres años, con 400 voluntarios de entre 60 y 80 años, que estén experimentando una disminución de la memoria o de otras capacidades cognitivas, pero que no hayan sido diagnosticados de alzhéimer ni estén participando en estos momentos en otro estudio científico-médico.

«No podemos hablar todavía de una causa conocida para desarrollar algunas enfermedades, que, como el alzhéimer, derivan en una demencia», explicó el doctor José Luis Molinuevo, director científico del Programa de Prevención de Alzhéimer de la fundacion.

Con el estudio se prevé «progresar en el descubrimiento científico de formas para prevenir o retrasar la demencia», añadió Molinuevo. De esta manera, los voluntarios seleccionados serán visitados por un neurólogo en las instalaciones del BBRC, en Barcelona, donde también se les realizarán pruebas cognitivas, de neuroimagen y genéticas. A partir de la información recogida en estas pruebas se aplicará un algoritmo que indicará el porcentaje de riesgo estimado de sufrir demencia en los próximos cinco años.

Los participantes en la investivación podrán contar si lo desean con un plan de acción personalizado, en el que estarán incluidas estrategias para mejorar su salud cerebral y reducir el riesgo de sufrir demencia. Asimismo, tendrán también la posibilidad de participar en estudios específicos y ensayos clínicos de prevención de la enfermedad.

De manera paralela a la investigación biológica, el proyecto también estudiará el efecto que puede tener el hecho de revelar individualmente este porcentaje de riesgo y su posible impacto emocional, así como los beneficios que puedan derivarse de la inclusión y participación en el estudio. Según el doctor Molinero, es necesario «saber cómo detectar la población de riesgo, informarla de forma adecuada, y tratar de prevenir la demencia».

Factores negativos

El responsable de la Fundación Pasqual Maragall indicó que, aunque se sabe poco del origen de las demencias, «sí que podemos afirmar que cada vez hay más evidencias científicas que apuntan a que la posibilidad de sufrirlas aumenta o disminuye en función de la combinación de diferentes factores de riesgo».

Según los expertos, una parte de estos riesgos no son modificables, como pueden ser la edad o la genética. Esto «no significa que la demencia sea una consecuencia inevitable de hacerse mayor, pero sí que la suma de años aumenta la probabilidad de desarrollarla». Respecto a la predisposición genética, sólo aparece en el 1% de los casos diagnosticados.

«Es necesario detectar la población de riesgo, informarla y tratar de prevenir la demencia»

Dentro de los factores de riesgo modificables está el control de la salud cardiovascular, que evite la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol o el sobrepeso. La comunidad científica tiene cada vez más convencimiento en que la salud cardiovascular repercute en la salud cerebral.

Entre los factores modificables están también los llamados hábitos de vida saludable. En ellos tiene mucha importancia la actividad física regular o el tipo de dieta.

De igual manera, en un país en el que cerca del dos millones de personas mayores de 65 viven solas, los expertos destacan que debe evitarse el aislamiento social y estar activo mentalmente.

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