La fisioterapia en geriatría: un pilar fundamental para la salud de los mayores

En el Día de la Salud, el Colegio de Fisioterapeutas de La Rioja aborda el tema de la fisioterapia en geriatría. La población está envejecida. En el siglo XXI la pirámide poblacional es una pirámide invertida. Los fisioterapeutas cada vez se enfrentan a mayor cantidad de pacientes mayores de 65 años con patologías relacionadas con la edad.

La fisioterapia en geriatría merece ser más valorada y reconocida ya que mejora la calidad de vida de nuestros mayores. Con el paso de los años se puede experimentar disminución de la movilidad, fuerza y equilibrio, que pueden llevar a caídas y lesiones, los fisioterapeutas, con los programas de ejercicio terapéutico y los tratamientos, ayudan a recuperar la independencia de estos pacientes mayores y a que mantengan una vida más activa.

Los fisioterapeutas clasifican a la población en cuatro grupos combinando la actividad laboral con la no laboral. Por ejemplo: Vida activa y trabajo activo , trabajo sedentario y vida sedentaria, vida activa /trabajo sedentario y vida sedentaria/trabajo activo.

Hay que tener todo esto en cuenta para planificar los tipos de tratamiento a administrar. El cambio de vida activa con la jubilación, puede tener unas consecuencias.

Los fisioterapeutas miden la salud de las personas mayores en términos de función y no con base a sus enfermedades. Detectar e intervenir sobre fragilidad y riesgo de caídas ayuda a evitar o retrasar el deterioro funcional y promover la salud. Son fundamentales las intervenciones precoces de ejercicio físico para prevenir o revertir la progresión hacia la fragilidad, con un abordaje multidisciplinar, siendo el fisioterapeuta prescriptor y consultor en el ejercicio terapéutico.

Si el paciente siente fatiga y evita el ejercicio irá perdiendo su resistencia, por eso es necesario el asesoramiento del fisioterapeuta para ir dosificando ese ejercicio y adaptándolo a cada paciente: frecuencia, intensidad, tiempo, tipo de ejercicio y agregar volumen de ejercicio y progresión.

La osteoporosis y la sarcopenia (pérdida de masa muscular y fuerza) están relacionadas con la edad. Es esencial su prevención y tratamiento ya que van a limitar la autonomía de los pacientes y está relacionado con la discapacidad y la hospitalización (sedentarismo impuesto) afectando al gasto sanitario.

Los fisioterapeutas realizan una prescripción adecuada que permite un ejercicio terapéutico seguro, siendo importante trabajar todos los aspectos de la fuerza (potencia, resistencia muscular), reeducación de la marcha, mejorar el equilibrio, coordinación , rehabilitación vestibular…

La patología cardiaca, oncológica, respiratoria… pesará más que la condición de fragilidad o edad cronológica. La importancia de la patología determina el ejercicio terapéutico. Pero una patología no va a evitar que nuestro paciente haga ejercicio . El programa de ejercicio terapéutico en geriatría tendrá unas características que adaptaremos los fisioterapeutas con cautela evitando el sedentarismo y la falta de actividad.

Tratamientos farmacológicos del paciente de edad avanzada (que suele estar polimedicado) pueden interaccionar de forma negativa con el ejercicio físico. Esto determinará el tipo de ejercicio terapéutico que pautaremos los fisioterapeutas y las precauciones que tendremos que tener como sanitarios prescriptores y consultores de ejercicio.

Además de los beneficios para los pacientes, la fisioterapia en geriatría representa un ahorro significativo para el sistema sanitario. Al prevenir caídas, fracturas y lesiones se reducen las hospitalizaciones y las intervenciones quirúrgicas, que son costosas y requieren largos periodos de recuperación.

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