Electrolux cierra con la incertidumbre de la recolocación de sus empleados

"Estamos viviendo los últimos instantes con mucha incertidumbre, aunque también con alivio, porque todo esto se acaba de una vez. Han sido unos meses muy duros y al menos vamos a descansar psicológicamente mientras esperamos a ver si se concreta algo", afirmó Pedro Ruiz, representante de UGT en el comité de empresa.

De momento, según recalcan los sindicatos, siguen siendo muchos los rumores que circulan, aunque ellos oficialmente no saben quién va ocupar las actuales instalaciones, algo a los que optan dos empresas, según anunció el pasado 16 de marzo en el Parlamento regional el presidente de La Rioja, Pedro Sanz.

La decisión final se tendrá que conocer, en principio, a mediados de abril, aunque de no fructificar ninguna de ellas, las instalaciones se dividirán en varios espacios para crear un parque industrial que permita la llegada de pequeñas y medianas empresas.

La planta de Fuenmayor comenzó a funcionar en el año 1976 con el nombre de Ibelsa (Ibérica de Electrodomésticos, S.A.), aunque hasta el año 1984 no fue adquirida por Electrolux.

Trece años después, la multinacional se planteó ya el cierre de la empresa, aunque la decidida acción de la Comunidad Autónoma y del Gobierno central, los siete millones en ayudas y la propia mediación del Rey Juan Carlos, permitieron salvarla incorporando a su producción un novedoso frigorífico que no generaba escarcha.

Gracias a ello, en el año 2000, los Reyes inauguraron las nuevas instalaciones de la multinacional, que, sin embargo, fueron progresivamente perdiendo fuelle hasta quedarse con los 440 empleados que tenía cuando se anunció el cierre el pasado 3 de junio, casi las mitad de sus trabajadores de principios de siglo.

Ahora, cuando concluya su labor, solo una pequeña parte de los empleados se quedará desmantelando su maquinaría que será trasladada a factorías del este europeo donde es posible producir a más bajo coste para hacer frente a la cada vez mayor competencia de los empresas coreanas.

De los empleados que perderán su empleo en Fuenmayor, 310 son hombres y 130 mujeres, de los que 104 serán prejubilados. Siete de ellos han aceptado marcharse a la planta de lavadoras de la multinacional en Alcalá de Henares (Madrid). A finales del pasado año, 107 empleados ya abandonaron su trabajo, de los que 35 ya han encontrado trabajo en otras compañías.

No sólo las personas que trabajan directamente para Electrolux se van a ver afectadas por el cierre, sino que, según cálculos de los sindicatos, alrededor de mil empleos indirectos se verán influidos por esta marcha, lo que obligará al cierre de algunas empresas auxiliares o a la reconversión de sus producciones.

Antes de echar el cierre, el comité de empresa va a entregar este jueves los 1.800 euros que le restan de presupuesto para su propia actividad sindical de este año a la Cocina Económica de Logroño.

También tiene previsto un último reivindicativo hacia las nueve horas del viernes, antes de que un par de horas después la empresa pare por completo su actividad productiva.