Si no vas a torear

LA PLAZUELA PERDIDA ·

Parece ser que fueron los partidarios del torero Carlos Arruza, gran rival de Manolete, aunque eran amigos, quienes sacaron la coplilla, que hizo fortuna: «Manolete, ... Manolete, si no sabes torear pa'qué te metes». Me la recordó el otro día mi amigo Fructuoso, aunque le llamamos Frutoso o Frutos. Estaba rabioso con esto de la tercera ola, Frutos tiene estas cosas y después de desbarrar un rato sobre los viajes y las reuniones navideñas, espetó: «Gabinete, gabinete, si no vas a gobernar, pa'qué te metes».

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Algo de razón no le falta, pues no podemos decir que haya habido un buen gobierno en el asunto de la pandemia, tanto en la nación como en las autonomías, y la falta de unión entre Gobierno y oposición, ni siquiera ante la epidemia, puede ser la gota que ha colmado el vaso del malestar por la gobernanza. Dice, Frutoso, que vamos en el vagón de cola en varios parámetros de la odiosa enfermedad, especialmente en los muertos por habitante, y parece que no espabilamos; que no estábamos preparados para la primera ola, pero tampoco lo estamos ahora en la tercera; que se quiso salvar la Semana Santa y se perdió el verano; se quiso salvar el verano y llegó la segunda ola, se quiso salvar la Navidad y llega la desastrosa tercera ola; y también que no sirve decir que los culpables son los insensatos que no cumplen las normas, pues la obligación del gobernante es contar con ello y poner a estos dementes todas las trabas posibles para que no ejerzan su falta de caridad. Dice que el colmo del no gobierno es el efecto de la 'suelta' navideña, que si todos lo sabíamos menos ellos y que, si también lo sabían, por qué permitieron viajes a tutiplén y reuniones familiares de efectos esperados. Frutos, que tiene estas cosas, sigue con que de qué sirve que los cumplidores se hayan quedado sin Navidad, sin comidas familiares ni reuniones de amigos –no he dicho que la debilidad de Frutoso es merendar los sábados en la bodega con los amigos–, si otros parecen negacionistas y tienen todas las facilidades para incumplir y contagiar. Yo le decía que no hay que culpar de todo a los políticos y él, erre que erre, que por qué están tan mal asesorados, que los científicos ya avisaban del peligro de la Navidad, que revisen el criterio de selección de asesores o, mejor aún, que los despidan a todos, que ya tienen funcionarios para asesorar, que seguro que saben más; que ser hombre de partido no es garantía de nada... Sí, estaba desatado y acabó diciendo que buen gobierno es ponerse de acuerdo todos en los grandes temas de Estado, como la pandemia, y colocar en cada puesto al mejor, y remató con «Gabinete, gabinete, si no vas a gobernar, pa'qué te metes».

Mi amigo Frutos es así.

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