Fútbol | MUNDIAL2014

El bus de las cuentas y el espíritu de Sudáfrica

Los jugadores siguieron el Chile-Australia en el autobús y consultaron el reglamento FIFA para confirmar que era el average general lo que mandaba y no el particular. Aún creen en la clasificación

Rodrigo Errasti Mendiguren

Sábado, 14 de junio 2014, 19:12

El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Y también el que repite comportamientos cuando estos le han proporcionado felicidad. En el caso de un grupo de deportistas, aunque estén acostumbrados a la gloria, sucede con más frecuencia. «Esta la derrota más dura de mi carrera deportiva», reconocía Xavi aún mojado y con la estrella de su pecho mojada. Todos los esquemas volaron en el primer día. España completó un estreno nefasto, con la segunda parte peor de toda su historia y jugadores que completaron un partido de los que «marca tu vida y tu currículum profesional, Un 5-1 en una Copa del Mundo es uno de los partidos que marcará mi vida profesional», reconoció Ramos. En el vestuario los jugadores trataban de animarse, eran conscientes de que habían recibido un correctivo nunca visto antes después de una segunda mitad «horrible» en la que los errores se fueron encadenando hasta terminar en una goleada histórica. «Lo positivo es que aún hay opciones, que no hay nada perdido, a pesar de este varapalo», explicaba Azpilicueta.

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Los futbolistas que habían jugado dieron la cara ante los medios, especialmente los más desafortunados: Casillas, Piqué, Ramos, Alba, Xavi, Iniesta y sobre todo Diego Costa, que se paró con todos los medios que le solicitaron hacerlo. En el autobús, mientras el resto esperaba a que Casillas y Cesc terminasen el control antidopaje, el silencio casi se podía cortar. Varios futbolistas estaban pendientes del resultado entre Chile y Australia, lo seguían por internet y las redes sociales y cuando dejaron el Arena Forte el resultado ya era de 2-1 para los americanos. Todos sabían que un empate permitía a España no depender de terceros, pero el gol de los canguros no llegaba. Pareció por un momento que había sucedido, pero el supuesto 2-2 de Tim Cahill fue anulado por fuera de juego. Se empezaron a echar cuentas, primero los que no habían participado: «Ganamos a Chile y luego habría que ganar a Australia por la mayor diferencia de goles». Muchos pensaban que no valía.

Esperando... leyendo el reglamento

Se buscó el reglamento oficial de FIFA y el punto 5 para confirmar que lo importante era el goal average general y no el particular entre los empatados y así lo especifican las normas. La duda surgía por el recuerdo de Sudáfrica, cuando Chile dejó de atacar en la recta final del tercer partido ya que le valía una derrota por la mínima 2-1 ya que era segunda de grupo porque Suiza, que había tumbado a España por 1-0 y caído por 1-0 ante Chile, no fue capaz más que de empatar a cero frente a Honduras. Entonces, los chilenos, con 6 puntos, tenían el goal average general perdido con España, también el particular pero sabían que el resultado les valía. Ahora la situación «no es la misma pero sí parecida que en 2010. Veníamos de perder con Suiza y fuimos campeones pero es verdad que el resultado cambia. La situación, sin es Contra Chile tenemos la última oportunidad. Tenemos que levantarnos», trataba de animarse Piqué.

A la llegada del avión procedente de Curitiba creció un poco la esperanza, sabiendo que si España era capaz de ganar los dos partidos evitaría un biscotto de inicio en la tercera jornada entre chilenos y holandeses, a los que valdría caer por la mínima porque tendría al menos cuatro goles de margen pero no a los americanos. De camino al aeropuerto se siguió confiando en un tanto de Australia, que aclaraba el panorama mucho más pero no llegó. Terminó marcando Chile el 3-1 final. «Para pasar, hay que ganar a Chile. Sin ganar a Chile no cuentan los goles», advertía Torres.

Espíritu de Sudáfrica

Ahora mismo, España tiene -4 y Chile +2, por lo que la diferencia de seis goles deja a los de Del Bosque la situación de tener que marcar cinco goles más que los chilenos en estos dos encuentros. Lo único que sacaría a España sería un triple empate y perder el average general. «Vamos a estar unidos y tirar para delante. Para pasar, primero hay que ganar a Chile. Y luego ya se verá», explicaba Diego Costa. El grupo tiene claro que debe mejorar su juego para poder volver a ganar dos partidos, primera condición para seguir en el torneo. «Tenemos que estar unidos y juntos pensando en el siguiente que es Chile. El escudo no va a ganar campeonatos, pero sí el espíritu y la ambición que nos ha movido», recordaba Sergio Ramos.

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Y es que en la mente de todos está lo sucedido hace cuatro años. «Estamos jodidos pero en Sudáfrica también se perdió el primer partido y luego el equipo fue campeón del mundo». Quizá pensando en ello, Vicente del Bosque actuó como hace cuatro años y aceptó salir a dar explicaciones en el cuartel general en una rueda de prensa espontánea en el hotel de la concentración española.

Victoria, unión, grupo

Curiosamente en la sala en la que hablan los deportistas, se habían colocado por vez primera tres paneles con fotos del equipo con tres lemas similares: Victoria, unión (con una foto del equipo celebrando el pase tras tumbar a Portugal a penaltis), El grupo, a Fuerza (con la imagen oficial de los 23 seleccionados para este Mundial) y por último una con El grupo en la que se veía una piña de futbolitas abrazados tras un gol en Sudáfrica.

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En 2010 lo hizo al regresar a Potchefstroom, a la llegada su cuartel en la Noordwes Univesiteit. Esta vez aceptó las preguntas de los periodistas en Cajú, en las instalaciones del Atlético Paranaense que por vez primera lucían el sol después de más de una semana de concentración. «Tras la tormenta, siempre sale el sol», cree el salmantino. Y así sucedió.

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