Los viticultores riojanos piden una prima de entre 3.000 y 4.000 euros por hectárea para eliminar producción de uva

Las tres principales organizaciones agrarias riojanas, ARAG-Asaja, UAGR y UPA, reclaman en un carta conjunta enviada a la Consejería de Agricultura de La Rioja que exija la habilitación de dotación presupuestaria para la denominada vendimia en verde que, en principio, ha descartado el Ministerio de Agricultura en su propuesta para afrontar la crisis del COVID-19 en el sector vitivinícola en favor de medidas como la destilación o el almacenamiento de vino. Es decir, ayudas para bodegas y cooperativas, pero que dejan fuera a los productores de uva.

El Ministerio y las comunidades autónomas negocian estos días el reparto de 57 millones de euros, tal y como informó este diario, de sobrantes de ejecución del Plan de Apoyo al Sector Vitivinícola (PASVE). La propuesta inicial del Ministerio ha sido destinar el grueso de la partida, 50 millones de euros, a la destilación de vinos, a un precio de 0,25 euros por litro, lo que iría en beneficio de los grandes productores de La Mancha y de Extremadura (granelistas sobre todo) y completarlo con otros 7,4 millones para almacenamiento privado, con un prima de entre dos y tres céntimos por hectólitro al día.

Esta última medida sí podría tener un efecto positivo en Rioja y, de hecho, lo que reclaman las bodegas y las cooperativas riojanas: que se dote con mayor contenido presupuestario el almacenamiento en detrimento de la destilación, pero, tal y como están las cosas, la decepción tras las primeras negociaciones es generalizada, toda vez además que los viticultores manchegos y extremeños consolidaron históricamente 142 millones del PASVE en sus percepciones de la PAC por las antiguas destilaciones de crisis y la crisis del COVID afecta en mucha mayor medida a los productores de vino de calidad por el cierre de la hostelería. Así las cosas, con la destilación como principal medida que se llevaría los fondos, los granelistas volverían a ser los beneficiados, ya que difícilmente se destilaría un litro de vino de Rioja a 25 céntimos.

La tercera medida que se contemplaba de ayudas inicialmente, en este caso directamente al productor de uvas, era la denominada vendimia en verde, pero al menos en la primera propuesta del Ministerio había sido descartada. El problema de la vendimia en verde es que está regulada en la normativa comunitaria para la descalificación de parcelas íntegras y no contemple el aclareo parcial de producción, que es lo que demanda Rioja.

En todo caso, las tres organizaciones agrarias riojanas, en su carta conjunta a la Consejería, advierten de que «los viticultores de nuestra región son los que más van a sufrir el impacto del COVID-19 en la próxima campaña de no tomarse las medidas adecuadas». «Hasta ahora -continúa la misiva- las medidas planteadas por el Ministerio y la Consejería que usted dirige van enfocadas a solventar los problema de excedentes y almacenamiento en bodegas y cooperativas y de poco o nada repercutirán en beneficio de los viticultores».

La propuesta de los viticultores riojanos es que no se dé por perdida la vendimia en verde y que se continúe negociando en Europa la modificación reglamentaria para admitir aclareos parciales y que, en todo caso, se eleve la prima máxima prevista, de 1.226 euros por hectárea para una descalificación íntegra de la parcela, hasta los 3.000 o 4.000 euros por hectárea, de forma que sea rentable en Rioja. En este sentido, las organizaciones agrarias reclaman que se dispongan los fondos necesarios para que la vendimia en verde, o bien parcial o íntegra de parcelas, tenga atractivo para compensar a los viticultores: «Esperamos que se reconsidere nuestra postura y se avance en beneficio de la viticultura de calidad y de sus viticultores, que sustentan la economía familiar en gran parte de nuestro territorio».

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