La bodega cooperativa San Miguel de Ausejo embotella el 'Joven de Noviembre'
Este año no habrá fiesta de presentación de este vino, que lleva las primeras etiquetas de la DOCa Rioja de la cosecha 2020
La Sociedad Cooperativa Bodega San Miguel de Ausejo llevó a cabo este martes el embotellado del vino 'Joven de Noviembre', apenas cuarenta días después de la vendimia. Elaborado con uva de la variedad tempranillo al cien por cien, el enólogo Roberto Monforte López destaca que son las primeras precintas que han salido del Consejo Regulador de la DOCa Rioja.
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«La semana pasada se calificó y el lunes recogimos las etiquetas. Solemos guardar las seis primeras por tradición», comenta Roberto y añade «la idea es que el vino que ahora embotellamos dure hasta enero o febrero y a partir de entonces comenzamos con los jóvenes Campolosa y Obrada«.
Del Joven de Noviembre destaca que «es un vino muy afrutado, tiene muy buena boca, es muy goloso y fácil de beber. Intentamos que sea un vino directo, orientado a gente joven que empieza en el mundo del vino. Es un poco más maduro que otros años, con un poquito más de grado alcohólico porque esperamos a que la uva estuviese más madura para vendimiar. La gente relaciona un vino que se embotella temprano como algo más verde, que va a ser áspero, duro y para nada. Todo lo que se hace, desde la uva hasta las prácticas enológicas que realizamos, están orientadas a que sea muy agradable en boca. Es como un vino intermedio entre la gente joven que viene de beber refrescos, iniciados, y el paso al vino potente, más complejo y concentrado».
Respecto a la campaña el enólogo explica que «ha sido un año complicado por la pandemia y en el caso sanitario de la uva hubo problema sobre todo por el mildiu, pero los agricultores lo controlaron bien y salvaron la cosecha. Al final ha sido bastante buena, con mucha uva. El tiempo fue muy bueno en agosto y septiembre y, teniendo paciencia a la hora de vendimiar, la uva maduró muy bien y la cosecha ha sido, para mí, la mejor de los últimos años».
La bodega San Miguel comenzó la recogida de blanca y tinta a medidos de septiembre. La destinada al Joven de Noviembre se vendimíó el 19 de septiembre. «Elegimos ese día porque hacía fresco. Este vino fermenta a temperatura baja, no pasa de 22 grados y si vendimias un día cálido que la uva entra a 23-24 grados, empezamos mal. Como el 19 bajó la temperatura aprovechamos por la mañana para recoger la uva para este vino», explica Roberto.
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Debido a la pandemia del COVID-19 este año no se puede celebrar la fiesta de presentación que en ocasiones anteriores servía para catar este primer vino acompañado de pinchos, música en directo y concurso fotográfico.
La Bodega San Miguel cuenta con aproximadamente doscientos socios de Ausejo, que cultivan terrenos del municipio y de localidades cercanas, en 700 hectáreas. Este año se han recogido unos 5.400.000 kilos de tinto y 400.000 de blanca. Con la uva de gente que no es socia de la cooperativa y la lleva a elaborar allí, la cantidad alcanza unos 6 millones de kilos en total.
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Aunque prima el tempranillo en esta bodega de 1956, se está intentando promocionar el cultivo de graciano y garnacha
Para el próximo año la situación resulta incierta y cuesta hacer previsiones. Se consume más en casa y en el sector de la alimentación pero de gamas más bajas y asequibles, algo que no compensa a las bodegas con marcas, que venden en el mercado Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías).
En el caso de esta bodega de Ausejo, su negocio principal es el granel y la uva para otras bodegas de Rioja que venden mucho en hostelería y si ellos se resienten afecta tanto en ventas como en precio a la cooperativa San Miguel. Se espera la reacción del mercado con el anuncio de las vacunas pero prima la incertidumbre.
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