El desmontaje de la subestación de Lobete acabará en octubre
La actuación es posible por la puesta en marcha de la infraestructura que la sustituye, construida en La Portalada por 4 millones de euros
El desmontaje de la estación eléctrica de tracción en Lobete, a la altura de Eliseo Pinedo, fue motivo este lunes del encuentro en la zona de las tres administraciones implicadas en el soterramiento de la vía. Una vez en funcionamiento la que la va a suplir en La Portalada, allá por diciembre, ADIF se encuentra recuperando los elementos aprovechables de la que está junto al parque Felipe VI para, después, y hasta octubre, avanzar en el desmantelamiento definitivo.
La delegada del Gobierno en La Rioja, María Marrodán, recordó que esta subestación lleva en servicio desde los años cincuenta y que su demolición permitirá la desafectación de los terrenos, «hacer ciudad y cerrar la herida que supone el tren». Y aunque esta desvinculación del uso ferroviario permite poder traspasar el suelo a la Sociedad del Soterramiento y que esta entidad los venda para su uso residencial, que es la previsión que ha existido sobre los mismos desde el inicio de la operación, los representantes de las administraciones no concretaron nada.
La delegada habló de su puesta al servicio del desarrollo urbanístico de la ciudad. El alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, entendió que lo fundamental y su compromiso es acabar el nudo de Vara de Rey, poner en marcha la estación de autobuses y avanzar en la subestación de Cascajos, que es lo que depende del Ayuntamiento.
Respecto al otro elemento que cierra la fase 1, la gestión del suelo, señaló que está sujeto a conversaciones. «Llevamos 20 años con esto. Hemos visto hemerotecas llenas de promesas... eso genera desafección y es lo que no podemos volver a hacer. No me comprometo a fijar ningún plazo, ni ninguna fecha» en lo que a desafectación y venta de terrenos se refiere. Marrodán insistió en que la actuación en marcha «devuelve espacios para quitar las vallas» y en que el soterramiento es una operación que trasciende mandatos y en el que las administraciones implicadas dialogan desde la lealtad.
También la presidenta regional, Concha Andreu, se fijó en que la intervención se viene llevando a cabo independientemente de las corporaciones que se suceden y en que, junto con la de Cascajos, son ya dos subestaciones las que se solucionan y dejan de 'estorbar' para liberar el plan especial de reforma interior (PERI) de la zona de ellas, con lo que Logroño podrá «recalcular» los terrenos para esa «vida sostenible que el alcalde quiere y en la que le apoyamos para un Logroño sostenible y moderno».
El traslado de la subestación de Lobete forma parte de la fase 1, pero para llevarla a cabo se precisaba la de La Portalada, cuyas obras se iniciaron en 2015 y costaron 3.540.028,50 euros (sin IVA) y fueron ejecutadas por la constructora Isolux y, tras la declaración del concurso de acreedores de esta empresa, por Lantania, sociedad que las finalizó.
