Acompañantes para erradicar la lacra
Los profesionales que caminan con las víctimas subrayan la importancia de respetar sus tiempos, actuar con sensibilidad y no dejarlas solas
Escuchar, respetar, validar, acompañar... Son todas acciones en positivo que mencionan los artífices de que las víctimas de violencia machista vean más cerca el fin del calvario. Estos profesionales inciden en lo inédito y traumático que resulta para las mujeres que quien más debiera haberlas cuidado, por compartir su vida, sea quien más daño les ha causado.
Caminar junto a las víctimas suscita aprendizajes que apuntan a un horizonte común: la necesidad de que recuperen la confianza. Hoy se conmemora el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y Diario LA RIOJA ha conversado con diez expertos que explican cuáles son las principales pautas que guían su labor con las víctimas: lo que debería hacerse siempre, lo que nunca hay que hacer, y el aprendizaje que han extraído de su experiencia, condensado en las frases que se recogen sobre estas líneas. Los diez entrevistados exponen cómo esa compañía debe prestarse con empatía, con una actitud de espera comprensiva, siempre huyendo de la presión, el juicio de valor o la condescendencia.
Teléfono
016 número
de atención a las víctimas de violencia machista. Es gratuito y no deja rastro en la factura telefónica.
Al maltrato se une en ocasiones la dependencia, la discapacidad, la pobreza, las adicciones y otras circunstancias que agravan la situación. Desde el ámbito de la justicia, la seguridad, la medicina, la psicología o los servicios sociales, los profesionales analizan el dolor soterrado que machaca a demasiadas mujeres y somete a muchas familias inmersas en una espiral de violencia de la que, con la ayuda de una red de apoyo, es posible escapar.
Javier Marca
«De mis 33 años como juez podría concluir que la lacra de la violencia machista me ha exigido una formación profunda y continuada sobre las novedades de la legislación en la materia. La jurisprudencia también ha evolucionado, respecto de la violencia machista, exigiendo que la valoración de la prueba se haga con perspectiva de género. En definitiva, mi actividad profesional me ha concienciado de la necesidad de tener una especial sensibilidad con las víctimas de violencia de género».
Silvia Andrés
«Nunca hay que callarse, mirar hacia otro lado; el entorno es importante, es clave para poder acabar con esas situaciones en las que la mujer no puede o cree que no puede salir de ahí»
Olga Tobía
«Mi mayor aprendizaje es ver a las familiasdentro de su diversidad e historias de vida, escuchar para poder acompañar y, sobre todo, aprender de cada uno de ellos».
María Milagro
«Jamás hay que juzgar e imponer, al contrario, es imprescindible la escucha, el respeto, la delicadeza en la aproximación y en el acompañamiento y entender los ritmos y necesidades de la mujer porque es un proceso muy complicado, más si está sufriendo el trastorno adictivo, que obviamente provoca que no estés bien y que no te regules bien, lo que genera también muchos síntomas a nivel de salud mental. Respetar los tiempos de la mujer, eso es fundamental».
Manoli Muro
«Lo que siempre hay que hacer es acompañara la víctima en todo momento, lo cual desde entidades asociativas se hace con protocolos bien establecidos».
Carolina Medina
«He aprendido a respetar sus tiempos y a crear vínculos desde el acompañamiento y la validación, no desde la intención de sanar. Lo que me sigue sorprendiendo a día de hoy es la capacidad de resiliencia que tienen las víctimas, y sobre todo lo capaces que son de resurgir ante la adversidad y transformarse en la guerrera que llevan dentro si se respetan sus tiempos».
Esther Bajo
«Es clave hacerle entender a la mujer que no es la única, que hay un sistema organizado para ayudarla, para que esté segura tanto ella como su familia. Esta parte es muy importante porque a veces ellas no lo dicen, pero cuando notan que su familia, sus pequeños, están seguros, se les hace más fácil dar el paso. Arroparlas y acompañarlas para que se sientan seguras, hacerles entender que no están solas, darles todas las herramientas y los teléfonos que hay y abrirles todas las puertas para que puedan venir a decir lo que sea en cualquier momento».
Soraya Leza
«No tenemos que generar expectativas falsas o irreales en las víctimas. Los profesionales tenemos que informar y asesorar de forma objetiva y siempre debemos respetar el proceso de toma de decisiones de la víctima, con la salvedad de aquellos casos en los que pueda peligrar su integridad física o la de sus hijos».
Miguel Ángel López
«Aunque suene complicado, no hay que tener miedo. La víctima debe intentar superar la situación de incomunicación o bien acudiendo a la Policía o bien refugiándose, en un primer momento, en su círculo más cercano. Es necesario salir de la violencia y cada mujer va a tener todos los recursos policiales, judiciales, de Servicios Sociales... a su disposición. Medidas que también se pueden hacer extensivas a los menores. Lo peor siempre es mantener la situación».
Esther Raya
«Hay que escuchar a la víctima, respetar sus tiempos, ver en qué momento está dentro de su proceso vital para romper con la situación de violencia, que le ayude a reconocer que lo que ocurre es compatible con la violencia de género. Y que cuanto antes salga de esa situación va a ser mucho mejor. Tenemos focalizados los programas y los recursos hacia la denuncia, que por supuesto es importante, pero también es importante escuchar sin cuestionar, acompañar, entender cuáles son los miedos e incertidumbres. Y ayudar a reconstruir su vida con seguridad y apoyos firmes. Lo que siempre hay que hacer es acompañar a la víctima por parte de una profesional de referencia, darle la información, no presionar, dejarla expresarse, informar sobre sus derechos y los de sus hijos e hijas. Y hacerle entender que hay una salida siempre que se sienta con fuerzas, que estaremos para acompañarla en el proceso».
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