Osasuna se personará como acusación por el uso que De Soto hizo de su nombre
«Abusó de nuestra confianza», asegura el presidente del Varea, quien recuerda que el asunto les «estalló» sin tener ninguna constancia
Dos clubes se han visto expresamente salpicado por la investigación de la Policía Nacional sobre los presuntos abusos cometidos por Guillermo de Soto: el Varea, ... del que era entrenador, y Osasuna, del que era ojeador.
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La entidad de Primera explicó durante la mañana de ayer que la noticia había caído «muy mal» en el club pero que declinaban hacer declaraciones. Sin embargo, ayer era día de Junta Directiva con la final de la Copa del Rey como principal asunto, pero el presunto caso de abusos sexuales se coló en el orden del día.
«El club se va a personar como acusación particular en el caso en vista de los argumentos que utilizó esa persona ([el exojeador de los rojillos Guillermo de Soto] para engatusar a los chavales», adelantaba el equipo navarro. «Será la Junta la que decida porque emprender una acción penal requiere ese acuerdo, pero el presidente ya ha hablado con varios miembros y la posición es unánime», recalcaban desde el club.
Además, Osasuna recordó que De Soto «nunca ha entrenado» a ninguno de sus equipos» y que la Policía Nacional nunca pidió información al club rojillo. Cuando fue detenido en agosto, el equipo navarro ya se defendió explicando que De Soto gestionaba «la relación con los clubes de La Rioja» y realizaba «informes de partidos de edades juveniles y cadetes».
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Osasuna también asegura que el caso ha servido para «acelerar el protocolo de trabajo con menores» que desarrolla el club y que será presentado en las próximas semanas.
«Sentimos impotencia»
En el caso del Varea, con menos recursos y posibilidades, al menos les queda como pequeño consuelo el reconocimiento explícito que se les brindó en la rueda de prensa policial: «Queremos agradecer al club de fútbol la colaboración, dando nombres de personas con las que estuvo en contacto este presunto depredador sexual».
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No citaron los representantes del cuerpo en ningún momento el nombre del club, como tampoco el de Guillermo de Soto, que continúa en la condición de presunto hasta que se juzguen los hechos, pero el caso estaba sobre la mesa desde el año pasado, meses en los que en el seno de la entidad de Varea se ha pasado mal.
«Es la situación más desagrable. Sentimos impotencia porque ha abusado de nuestra confianza», explicaba ayer Diego Aguado, presidente del Varea. «Es una traición en toda regla. Lo digo tanto en el ámbito personal, porque al final se crean vínculos, como en el deportivo y como padre, porque mi hijo es un chaval más de la cantera», añadía.
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Aguado explicaba que Guillermo de Soto llegó al club de la mano de su padre (fallecido en noviembre de 2020) y que, desde la cantera, fue escalando hasta el banquillo del primer equipo, al que dirigió durante casi dos temporadas tras su fulminante despido en agosto del pasado año. «Faltó dos días a los entrenamientos y lo echamos sin saber que entonces estaba detenido», recordaba Aguado.
A partir de ahí, el club se enteró de lo que sucedía «por la prensa y por lo poco que nos pudo decir la Policía Nacional. Ningún padre nos comentó nunca nada, fue un asunto que nos estalló sin tener constancia de nada», recuerda.
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«En lo futbolístico nos dio mucho, pero lo importante es lo importante: los chavales», recalcaba Aguado. Y ahí es donde se mantiene la preocupación del club. «Está claro que es un tema que nunca nos hubiera gustado que pasara o que hubiese pasado de una manera discreta. Pero si hacerlo público sirve para pararle los pies y para que se denuncien más casos si existen, mejor», sentencia Aguado. «El club ha perdido patrocinadores, padres... Y te deja muy mal cuerpo, muy mal sabor de boca. Sabemos que el club seguirá, pero el daño que nos ha hecho ha sido grande», concluía el presidente de los arlequinados.
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