Siete gatitos en busca de un hogar
Abandonan una camada entera en la Clínica Veterinaria Cameros de Villamediana y esta consigue adoptantes para casi todos en apenas dos días
Audrey, Pistacho y Carbón son tres cachorros de gato, aunque son más hermanos en la camada, un total de siete. El pasado miércoles 12 ... de junio alguien los dejó en una caja en la Clínica Veterinaria Cameros de Villamediana de Iregua, con apenas tres semanas de vida, destetados de su madre, con el peligro que eso conlleva para sus vidas. David Escanciano, el veterinario de la clínica, colgó ese mismo día un mensaje en las redes sociales que, con tremenda ironía, decía: «Tengo que agradecer a esa persona tan educada, amable y valiente que nos haya dejado estos siete preciosos gatitos en la puerta, solos, con el peligro que supone para ellos, y a traición. No te preocupes, a pesar de ti les va a ir muy bien gracias a nosotros. No sabes cómo me gustaría agradecértelo personalmente».
Sara Miguel, trabajadora de la clínica, explica lo sucedido: «Cuando fuimos a abrir vimos una caja con siete gatos y publicamos ese mensaje para que el responsable se diera por aludido. El problema es que cuando separas tan pronto a un cachorro de la madre hay que cambiarle la alimentación y eso puede conllevar problemas digestivos. Requieren mucho cuidado, y aunque estamos haciendo todo lo posible, no tenemos la certeza de que todos vayan a salir adelante». La Clínica Veterinaria Cameros ofreció a los gatos, eso sí, «chequeados y desparasitados», sin coste alguno para el adoptante. Y la respuesta ha sido muy buena, tanto que en apenas dos días ya contaban con seis de los siete gatos adoptados. «Algunos adoptantes son clientes nuestros, otros no y han conocido el caso por las redes sociales, y otros habían perdido recientemente a su gato y han venido inmediatamente a por uno», cuenta Sara Miguel.
Los gatos tardarán todavía un tiempo en ser dados en adopción, en la clínica veterinaria quieren darlos completamente sanos y fuera de peligro, de forma que ya coman por su cuenta. Solo queda un cachorro por adoptar, uno negro. Los demás ya cuentan hasta con nombre, bautizados por los que serán sus próximos y nuevos dueños, como Audrey, Pistacho y Carbón. «No esterilizar a los animales supone esto, camadas no deseadas, abandonos… Hay que ser más responsable y no desentenderse. Estas cosas nos generan muy mal genio, no debería ser así», expone Sara Miguel, y desvela que esto mismo «nos ha pasado otras veces, también con perros, y nos hemos encontrado cajas con gatos ya muertos de gente que los deja a la intemperie o muy enfermos, quiero pensar que sin mala intención».
Desde luego, es algo que no debería volver a suceder, primero, por responsabilidad, y después, por calidad humana. Dentro de su desgracia, al menos los gatitos fueron a parar a un buen destino, una clínica veterinaria como Cameros, que colabora con asociaciones protectoras como la delegación de Galgos 112 en La Rioja y donde probablemente les hayan salvado la vida y les consigan unos dueños, una familia, un hogar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión