Embalse de Pajares. JUSTO RODRÍGUEZ

La Rioja encabeza la pérdida de agua por fugas con 78 litros por habitante y día

La región pierde casi 9.000 millones de litros anuales, dos de cada 10 aportados a la red, el equivalente en una década a todo el pantano de Mansilla

Viernes, 21 de abril 2023, 02:00

La Rioja tiene sed. El cambio climático y los meses de olas de calor, sequía o escasez de lluvias se aprecian en un paisaje ... que empieza a cuartearse, a perder un color que anticipa el desastre agrícola de cosechas enteras perdidas. Y en medio de esa amenaza de horror semidesértico, la región destaca como la comunidad en la que más litros de agua se van al limbo debido a fugas y/o averías.

Publicidad

En concreto, según el último estudio estadístico del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondiente al ejercicio 2020, La Rioja sufre una pérdida diaria de 78 litros de agua por habitante, casi el doble que la media del conjunto nacional, 38 litros al día por residente. Por encima de los 60 se ubican también Cantabria (68), Aragón (63), Canarias (63) y Castilla-La Mancha (60). El resto, por debajo, con los mejores resultados en Murcia (27), País Vasco (25) y, especialmente, la Comunidad de Madrid, con solo 8 litros.

El mal es nacional. De hecho, según el análisis sobre el suministro y saneamiento de agua del INE, las pérdidas totales por fugas y averías ascendieron en España durante 2020 a 651,8 hectómetros cúbicos; es decir, 651.826 millones de litros en el primer año pandémico. Sin apenas variaciones respecto a los datos de 2018 (652.841.000.000), el derroche hídrico es de los mejores del siglo: 1.000.416.000.000 en el año 2000, por encima de los 900.000 millones hasta 2005 y por encima de los 700.000 millones hasta 2018, excepto en los ejercicios 2013 y 2014, similares a los del presente.

Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa

El comportamiento de estas tasas en La Rioja traza un dibujo de dientes de sierra, algunos especialmente afilados. Los 5.289 millones de litros perdidos en el año 2000 dieron paso a tres incrementos consecutivos hasta los 7.635 millones de litros de 2003, año en el que una nueva tendencia a la baja se frustró radicalmente en 2008, el peor de la serie histórica, con 10.708.000.000 litros de agua evadidos entre grietas de tuberías y reventones de cañerías. Tras una época de estabilización, el indicador se desplomó en 2014 hasta los 4.798 millones de litros perdidos, un 'éxito' que desde entonces no ha vuelto a repetirse, ya que tras tres alzas consecutivas 2020 contabilizó 8.978.000.000 litros perdidos por el camino.

Publicidad

Lo peor de todo, es que las sospechas es que esas cifras oficiales no ofrezcan la radiografía real de lo que sucede en el subsuelo nacional, ya que se intuye que la cantidad de agua perdida sea aún mayor.

Por ello, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha anunciado que exigirá, a partir de 2025, a todos los municipios de más de 50.000 habitantes o suministradores de más de 10.000 metros cúbicos de que presenten datos reales sobre sus pérdidas hídricas con el objetivo de elaborar para el año 2027 un mapa lo más fidedigno posible de lo que sucede en los más de 450.000 kilómetros de tuberías que distribuyen el agua por toda la geografía nacional, un laberinto en el que se estima que casi la mitad de las conducciones superan los 30 años en el caso de las tuberías de abastecimiento y los 40 en las del alcantarillado.

Publicidad

Una hemorragia enorme

De momento se trabaja con las estimaciones mencionadas, que ya de por sí no son nada halagüeñas. Para intuir el problema que supone dicha hemorragia, a falta aún de conocer la profundidad de la herida, sirvan algunos ejemplos escalofriantes: los 651.826 millones de litros perdidos en el último año en España suponen casi la misma cantidad de lo que anualmente consume Andalucía, la comunidad más poblada del país, o la carga de agua que sería necesaria para llenar hasta el borde 192.000 piscinas olímpicas.

Otro dato para la inquietud. El tesoro hídrico perdido en 2020 supuso el desaprovechamiento del 15,4% del total de agua suministrada a la red de abastecimiento público nacional, un capítulo en el que La Rioja tampoco sale nada bien parada. En concreto, la comunidad contabilizó la fuga de más de dos de cada 10 litros suministrados a la red de abastecimiento pública, los mencionados 8.978 millones de litros fugados de un volumen total inyectado al sistema que se elevó a de 41.781.000.000 litros. El porcentaje regional no es el peor, pero casi, ya que su 21,48% de pérdida, más de 6 puntos por encima de la media nacional, solo lo superan las tasas de Canarias, con 24,36% con 51.585 millones de litros derrochados de los 211.724.000.000 que entraron a su red general; y Extremadura, 21,66%, 20.005 de los 92.347 millones de litros. Por encima del 20%, otras tres: Castilla-La Mancha, 21,43% (44.852 de los 209.258 millones de litros; Aragón, 21,13%, 30.386 de los 143.772 millones; y Cantabria, 20,42%, 14.449 de los 70.734 millones de litros. La mejor estadística, de nuevo, la Comunidad de Madrid, con una pérdida del 3,96% (19.846 de los 500.916 millones de litros inyectados); Murcia, 11,36% (14.657 de los 128.941 millones); y País Vasco, 13,17%, 19.802 millones de litros de los 150.256.000.000 que recibió su red de abastecimiento público.

Publicidad

La sangría es dramática. Solo con el agua pérdida en La Rioja en un año se podrían llenar más de 187.000 piscinas unifamiliares, de 8 metros por 4, por no hablar de los riegos necesarios para la agricultura. De hecho, toda la reserva hídrica que se ha escapado por las grietas de la red regional en la última década serviría para llenar a rebosar el pantano de Mansilla, el de más capacidad de la comunidad, con una despensa total de 67,743 hectómetros cúbicos; es decir, 67.743 millones de litros de agua.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad