Los regantes discuten hoy una decisión crítica: sacrificar el cereal para salvar los árboles frutales
El sindicato central de riego del Iregua podría tomar hoy una decisión drástica: sacrificar el riego de los cerealistas para garantizar la vida de los árboles frutales. La reunión será, cuando menos, complicada, puesto que la cuenca utiliza el riego a manta –existe un proyecto de modernización de regadíos pero aún en fase de estudio– y las concesiones de agua, desde los años 80 del siglo pasado, recaen en las juntas de los municipios.
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En este sentido, Villamediana y Alberite ya han solicitado liberar agua para los cerealistas –en serio peligro por la sequía–, pero si se abre para unos se abre para todos y los árboles la necesitarán más adelante: «La decisión no es nada sencilla, pero lo que vamos a proponer es no abrir el grifo ahora, lo que podría suponer el sacrificio del cereal y esperar para garantizar al menos uno, o dos riegos en el mejor de los casos, para que no se mueran los frutales», indica el joven fruticultor Víctor Justa, presidente de los regantes de Albelda.
En este sentido, asegura que «si no se da agua a los árboles podrían morir y, con ellos, numerosas explotaciones y empleos, por lo que creo que hay que hablar de solidaridad de cuenca, ya que lo que está en juego, nada más y nada menos, es el futuro de la propia comarca».
Justa entiende que lo que se pide a los agricultores cerealistas es un «gran sacrificio por un bien colectivo» y asegura que están dispuestos a poner sobre la mesa compensaciones: «Somos conscientes de que el resto deberemos pagar a los productores de cereal por ese agua y también esperamos que se implique la Consejería de Agricultura del Gobierno de La Rioja, con ayudas específicas y directas por la pérdida de renta». «Estamos –concluye– en una situación de emergencia en la que ninguna situación es buena, por lo que, insisto, hay que pensar desde un punto de vista solidario en el conjunto de la comarca».
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