Qué pasa, chaval

Qué pasa, chaval

Eso me decías tú siempre. 'Qué pasa, chavala'. Y te ajustabas las gafas y sonreías.

Qué va a pasar José Antonio, qué va a pasar... Que te nos has ido. En silencio, con prudencia, como quien no quiere molestar. Te nos has ido, pero te vas a quedar con nosotros. Ya sabes que sólo se va de verdad aquel a quien nadie recuerda. Y nosotros te vamos a recordar siempre. Con tu sonrisa perenne. Con tu casco y tu moto. En tu pequeño refugio, con el buzo azul y rodeado de herramientas. Curando embutido, como buen camerano, de nacimiento y consorte. Preparando galletas. Ninguna como las tuyas. Haciendo barquillos. Cómo los devorábamos. Con tus licores caseros. Ay, ese delicioso brebaje de té de roca... Y tus mapazanes («Llévale un puñado a tu madre»). De los de siempre. Con papeles de colores. Como buen soteño.

Tu compañera de vida, Amparo. Tu mejor legado, José Antonio y Carlos. Tus grandes joyas, Rosa y Alejandra. Tu pasión, Miriam, Gonzalo y Rosa. Tus hermanos, tus amigos. Tus excompañeros de Correos y de Diario LA RIOJA. Sin palabras nos has dejado. Tú que todo lo arreglabas, a ver cómo vas a arreglar lo de tu ausencia...

Pronto acabará todo. De nuevo saldremos a la calle. Veremos que ha llegado la primavera. Nos reencontraremos con los demás... y con nosotros mismos. Y volveremos al 'pabe'. Allí, en el primer brindis, estarás tú también.

Y en nuestros corazones, siempre.

M. Isabel Martínez

P.D. Las rotativas a las que durante tantos años y con tanto cariño te dedicaste se ponen hoy en funcionamiento para decirte adiós. Ojalá pudiéramos gritar ahora aquello que tanto nos gusta repetir a los periodistas. Que paren las rotativas.