«Ahora parece que a las entidades financieras les sobra la gente con recursos, con saldos a la vista»

Víctor Miravete, secretario del sector financiero de FeSMC-UGT, sitúa en 2008, el del inicio de la crisis inmobiliaria, el año clave que marcó un antes y un después en el sector. España tenía un exceso de oficinas, no tanto de empleados, pero el ajuste de después «ha sido el más duro de la Unión Europea».

Llegaron las fusiones que, a su juicio, «se han usado para reducir costes estructurales». Con los intereses en negativo, parte del negocio de la banca, que es captar dinero, se ha convertido en un gasto en lugar de un ingreso. De ahí que los bancos han dejado de captarlo y han implementar canales de ventas de productos. «Ahora parece que les sobra la gente con recursos, con saldos a la vista», señala.

Pero esta situación, a su entender, tiene fecha de caducidad. Cambiará cuando los tipos de interés empiecen a subir, un camino que parece que han emprendido. «El euribor, por ejemplo, ha comenzado a repuntar y cuando esté en positivo, la política hacia ese tipo de clientela cambiará», augura.

Al drástico recorte en el número de oficinas, a su entender, hay que añadir que también se ha reducido el tiempo de atención al público sin cita previa «dejando a gente atrás». Y esto es algo que «tendrán que replantearse porque es la gente que tiene ahorros y es la que va a empezar a ser rentable».

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